En las redes del enemigo
El tecleo incesante desde una locación desconocida del mundo enuncia un discurso de odio que es irrefrenable, la encriptación se procede al terminar el edicto del mal y se intercambia entre portales hasta perderse en el ciberespacio y llegar a su destinatario oculto.
Así operan los yihadistas que desean mantener el bajo perfil de su organización sin ser detectados a través de Internet. Pero Google tiene un plan para que los militantes del Estado Islámico (EI) salgan de la Dark Web.
Indigo StaffEl tecleo incesante desde una locación desconocida del mundo enuncia un discurso de odio que es irrefrenable, la encriptación se procede al terminar el edicto del mal y se intercambia entre portales hasta perderse en el ciberespacio y llegar a su destinatario oculto.
Así operan los yihadistas que desean mantener el bajo perfil de su organización sin ser detectados a través de Internet. Pero Google tiene un plan para que los militantes del Estado Islámico (EI) salgan de la Dark Web.
Jared Cohen, director de Google Ideas, explicó que la verdadera cacería se daría en el terreno abierto de la Web, en el Internet que todos usamos, y se seguirían las pistas que ellos mismos siembran en sus redes sociales y perfiles propagandísticos, según reportó el diario inglés The Guardian.
Esto llega después de que, en noviembre del año pasado, la aplicación de mensajería privada, Telegram, bloqueó canales propagandísticos del EI que empezaron a inundar con mensajes en 12 lenguas distintas.
Pero el Estado Islámico no se quedó con los brazos cruzados, y recientemente creó su propia app de mensajería privada, la cual se parece a otras del corte estilo WhatsApp e inclusive a Telegram.
Amaq es el programa en el que se siguen distribuyendo los mensajes pro islámicos, además de noticias y videos que incluyen ejecuciones, discursos de odio y grabaciones en pleno campo de batalla.