En los pasos de Bolaño

Los detectives salvajes cumple 20 años de haberse editado, el libro retrata parte de la Ciudad de México a través de los ojos de un joven, que usa el escritor chileno para espejear la realidad que vivió durante su estancia en el país; el autor ha logrado mantenerse vigencia con esta obra
Hidalgo Neira Hidalgo Neira Publicado el
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[kaltura-widget uiconfid=”38728022″ entryid=”0_y6mroxz9″ responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /] Cargaba cajas de refrescos para ganarse la vida, vagaba por las calles capitalinas en las tardes de 1968 y se sabía que gustaba de ser “huésped” de los hoteles de paso, en la colonia Guerrero. La existencia de Roberto Bolaño estuvo impregnada de la vida bohemia, pero las carencias nunca fueron un impedimento para subsistir en México y crear poesía.

Sus andanzas urbanas mexicanas, aunado al odio que le tenía a Chile, le germinaron en bastas ideas que fue tirando entre sus devaneos literarios.

Después de cuatro novelas, cinco libros de poesía y un puñado de galardones bajo el brazo, llegó Los detectives salvajes, ambiciosa quinta ficción que lo hizo acreedor al Premio Herralde y al Rómulo Gallegos, en 1998 y 1999, respectivamente

En esta obra, que llega a sus dos décadas de vida, Bolaño traspasa parte de sus vivencias a Juan García Madero, estudiante de Derecho y poeta de 17 años, que se relaciona con un grupo de escritores. A través del personaje se refleja un México setentero dentro de la narrativa.

Cuando el libro arribó a las estanterías, hace 20 años, el chileno era reconocido, pero no era la pluma que ahora se destaca como influencia latinoamericana. En México fue aplaudida la forma tan natural que tenía de hablar de la nación azteca.

“En ese momento no era Bolaño, el Bolaño que es ahora, digamos en cuanto a la recepción. Esa novela fue tomada siempre como se toma en México una gran novela de un extranjero escrita desde nuestro país. Se da mucho esa situación de que hay grandes escritores que han escrito sobre México, un poco porque nuestro país es el lugar de fuga, de los forajidos, en este caso con Bolaño no fue la excepción”, explica, en entrevista para Reporte Índigo, Leonardo Tarifeño, quien llegó a ser editor de Bolaño para el suplemento cultural El Ángel, del periódico Reforma.

Lo que impulsó mayormente a Los detectives salvajes fue definitivamente el reconocimiento entre sus iguales, al llegar la presea venezolana Rómulo Gallegos, el discurso de Bolaño marcó un precedente en la generación de escritores contemporáneos.

“Ese discurso que él da, consagra un poco esta mezcla de ética y estética programática de Bolaño. Él dice en un momento ‘escribir bien no es hacer literatura, escribir bien lo puede hacer cualquiera’ y luego da una idea de que la literatura exige algo más, ‘es un salto al vacío’, es esta idea casi militar, de boy scout, del sacrificio a la literatura”, recuerda.

El domingo 12 de agosto se hará un recorrido guiado por Tarifeño, en la Ciudad de México, llamado Distrito Bolaño, en donde se pasará por lugares icónicos en la capital que fueron punto común entre el escritor, la urbanidad y su legado cultural al crear el infrarrealismo.

El mito y México salvaje

Tarifeño, quien es periodista cultural y argentino de nacimiento, admite que Los detectives salvajes es una novela canónica de Bolaño, pero duda de si acaso sea el trabajo más aplaudido del chileno, aunque también cree que se ha generado cierta invención en torno a inflar su éxito con el paso del tiempo.

“No tengo tan claro que sea una novela muy leída, es una novela respetada y discutida, como pasa siempre con los mitos, que de repente no se cuestionan, pero no se leen tanto. Creo que tuvo un boom en su momento, que habrá sido entre el 2001 y el 2008, ya con su muerte también, pero no tengo claro que sea una novela de referencia hoy”
Leonardo TarifeñoEditor

La cultura juvenil, el mexicano millennial o el ávido lector son quienes pueden reconocerse entre las líneas de Los detectives salvajes, ya que Roberto Bolaño hace cierta oda al país y a sus costumbres.

“Creo que la Ciudad de México en Bolaño es eso, es el lugar decisivo de su vida y en su obra, es el lugar donde vivía a salto de mata vendiendo refrescos Pascual y al mismotiempo siendo poeta, y la ciudad es inseparable de ese reconocimiento de quien eres”, agrega el periodista cultural argentino.

La ambición, el riesgo

“No se regresa nunca al lugar del crimen”, le dijo en alguna ocasión Bolaño a Tarifeño con respecto a que su episodio con México había quedado cerrado cuando partió del país, es por eso que inmortalizó su visión en sus libros, además de que en Los detectives salvajes ofreció una aspiración grande de un autor que iba cada vez más en acenso.

“Su impacto fue tan grande en su momento porque es una obra muy ambiciosa, de un extranjero además. Es un libro monumental, que pretende llegar al máximo de lo que un escritor puede dar, y no estás hablando, se supone que tú vives cotidianamente, sino de algo que estás recreando, en ese sentido es muy importante la apuesta de la gran obra”
Leonardo TarifeñoEditor

Bolaño estaba consciente de la ventura que era el hacer un libro de este calibre —más de 600 páginas—, pero fue justo esto lo que le impulsó a ir con la ficción, que pocos escritores van y lo entregan todo en la pluma.

“Tú eres artista en la medida que corres riesgos, no en la medida que vas sobre seguro y eso yo creo que fue lo que hizo Bolaño y de eso no veo mucho en la comunidad literaria o artística en general, nos hemos encandilado con este asunto de Luis Miguel, no debe haber artista que menos riesgos debió correr en su vida”, ejemplifica el periodista.

Únete al paseo

Distrito Bolaño es un recorrido que inicia en la esquina de República de Argentina y Donceles, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, para después caminar por distintos puntos en los que el escritor tuvo encuentros con los infrarrealistas, o hizo alusión en sus escritos Los detectives salvajes y El espíritu de la ciencia ficción.

Leonardo Tarifeño va explicando el tour guiado con anécdotas personales de Bolaño, la cita es a las 10 de la mañana y no tiene ningún costo.

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