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Le gusta hablar de “mano” a la gente, es una enciclopedia política mexicana ambulante, de amplio lenguaje, pero es modesto al revelarse sólo como reportero, aunque ha escrito 11 libros del acontecer nacional.
Tras años de tundir teclas para Notimex, El Universal, entre otros medios, Francisco Cruz despotrica contra toda la clase política en sus obras sin censura y en esta ocasión va contra la investidura presidencial de todos los que han pasado por Los Pinos, desde 1946.
“Los Depredadores”, publicado por la editorial Temas de Hoy de Grupo Planeta, lo escribió en coautoría con su colega Marco Antonio Durán. La labor de corroborar datos y precisar números les llevó cerca de un año.
Al hablar del microcuento de Augusto Monterroso, “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí” (1959), Cruz afirma que, en efecto, a casi 60 años de distancia el animal prehistórico está en la residencia presidencial.
“¡Ahí sigue! ¡No hemos cambiado! Podemos hacer un recuento del uno de diciembre de 1946 al tres de octubre de 2017, podemos volver a los pinos ¡y ahí sigue! No hay que buscarlo ahí está”, dice enérgico el periodista en entrevista para Reporte Indigo.
Cruz indica que a pesar de que figuras presidenciables como Gustavo Díaz Ordaz o José López Portillo, e inclusive Carlos Salinas de Gortari han sido juzgados socialmente, esto no es suficiente, pues México sólo podrá cambiar al llevar a sus ejecutivos federales ante la corte y tras las rejas.
“El día que metamos a la cárcel a un presidente, vamos a empezar a cambiar. El día en que no nos dejemos conmover por las lágrimas –que ya son dos que nos lloran– (…) me parece que el día que encarcelemos desde la sociedad civil, haya presión para encarcelarlo o encarcelemos entonces vamos a empezar a cambiar”, responde.
El problema para el autor reside en que la clase política tiene estudiado al pueblo mexicano, bajo un yugo de miedo, aprehensión y autoritarismo disfrazado con una simulación.
“Nos han seccionado muy bien, tenemos tres países, el país del sur, del centro y del norte ¡mentira es un país! Y luego nos hicieron creer que la corrupción somos todos, no, espérate… que es genético, que es cultural, no, la corrupción son ellos”, apunta.
País torcido, no fallido
Ante la consigna que parece rondar entre el imaginario del mexicano actualmente, de que esta es un estado fallido, Cruz argumenta que no es que sea así, el problema es que nació malintencionado, para ello recuerda la investidura de Adolfo Ruiz Cortines, quien decidió hacerse de la vista gorda con las corruptelas de Miguel Alemán Valdés.
“Pero hace algo peor, Ruiz Cortines no solo perdona todo eso, sino que teniendo los elementos y las pruebas para encarcelar a Miguel Alemán Valdés y algunos de sus funcionarios que se habían apropiado de todo, hecho negocios desde Los Pinos impunemente, pudiéndolo hacer, lo perdonó ¿y qué nace? La impunidad, el padre de la impunidad es Ruiz Cortines, tenemos un sistema que nació así, no es un Estado fallido, es un Estado que nació torcido”, explica Cruz.
El investigador periodístico incluso cree que Ruiz Cortines decide dar el indulto a sus antecesores porque tenía fe en que el país podía salir adelante, además de que se sentía avejentado a sus 62 años de edad.
“Hay muchas razones, una porque ya estaba viejo, dos, porque era un hombre austero que creía que podía cambiar algunas cosas, tres, porque la esposa se corrompió abiertamente y sus hijastros hicieron negocios”, señala Cruz de que la cónyuge presidencial tenía prostíbulos en Veracruz.
Fox: construyendo al presidente
Para Cruz, la alternancia política que ocurrió con la llegada de Vicente Fox es una construcción de imagen que se realizó con el empresario guanajuatense, un engaño abiertamente para todos los mexicanos.
“Contrataron publirrelacionistas, publicistas, construyeron una imagen del presidente, pero ¿por qué lo pueden hacer? Porque nos conocen bien y, ¿qué pasó? Cuando uno lee a todos los panistas entonces uno encuentra que se construyó esa imagen, que era una imagen falsa, teníamos un presidente de mentiras”, atribuye.
Para el reportero era importante develar “Los Depredadores”, en el cual habla a profundidad de los números que arrojan los sexenios y el crecimiento empobrecido del PIB en el país.
Solo por poner un ejemplo en 1970 México tenía un PIB per cápita de cuatro mil 320 dólares (dólares de 1990, Maddison, 2001) y Corea del Sur de mil 954, entonces un mexicano era 120 por ciento más rico que un coreano, pero en 2015 se comprobó un revés.
Corea del Sur hace dos años tenía el PIB per cápita de 27 mil 440 dólares, mientras que México tenía 9 mil 710 dólares, siendo un coreano del sur dos veces más rico que un mexicano, en solo cuatro décadas los asiáticos no sólo alcanzaron sino rebasaron el crecimiento de nuestro país.
“¡No hemos cambiado! Podemos hacer un recuento del uno de diciembre de 1946 al tres de octubre de 2017, podemos volver a los pinos ¡y ahí sigue! No hay que buscarlo ahí está”
“Yo soy un incrédulo, soy un pesimista, pero sí creo que si en grandes números salimos a votar y castigar, podemos dar una lección”
Castigar el voto en 2018
El país es gobernado por un círculo cerrado, oligarcas millonarios que solo buscan su beneficio propio, para Cruz la respuesta es clara, salir a las urnas el siguiente año y bajo el pueblo organizado azotar a los partidos políticos en la contienda presidencial.
“(…) Me parece que no hay condiciones para un cambio violento, aunque de pronto tengo la impresión de que es lo único que va a cambiar a este país, el cambio violento, quienes gobiernan no se van a ir por la buena”, reflexiona.
Es importante prestar atención al voto presidencial y a las alcaldías a disputarse, ya que la corrupción está inmersa desde abajo.
“Somos una sociedad desorganizada, inconforme pero desorganizada y desconfiada de nosotros mismos. Me parece que la organización ciudadana puede ser una de las bases para impulsar el cambio”, agrega.
Ir por los independientes
Cruz dice que el camino político que México necesita en 2018 son los candidatos independientes, pues los partidos políticos ni siquiera tienen un “menos peor”.
“Los independientes son una alternativa, pero pues parece que el sistema está muy bien organizado para bloquearlos, entonces tenemos que buscarle (…) el PRI tiene un proyecto para largo plazo, el plan está muy cómodo así y el PRD también ahí va”.
El peor salario mínimo
El peor salario mínimo en Latinoamérica después de Cuba y Venezuela, es el mexicano, por lo que no se puede garantizar una vida competitiva con otras naciones extranjeras.
“(…) somos un país mal alimentado, mal informado. Yo no sé cuántas familias puedan viajar. Una familia con dos hijos, el papá y la mamá es imposible que vayan al cine, ganando tres salarios mínimos”, ejemplifica.
