Escuchan grito de ayuda del IMER
Luego de que el Instituto hiciera público que pasaba por momentos de incertidumbre para sus trabajadores y programas, pues no contaban con el presupuesto necesario para continuar, las autoridades afirmaron que esta semana les harán llegar más de 19 millones de pesos; sin embrago, los empleados se mantienen escépticos y decepcionados de la 4T
José Pablo Espíndola y Fernanda MuñozLas voces de los trabajadores del Instituto Mexicano de la Radio (IMER) se alzaron para pedir ayuda y evitar la extinción de esta institución como se conoce hasta ahora, ya que para ellos es “una historia de Bach, un tianguis de artesanías, una chamarra de cuero vieja que guarda canciones escritas a mano, es Lupe volando por los aires en medio del Vive Latino, el celofán de los discos, es la alerta del huracán, la canción ranchera y la mirada esquiva de Francisco Toledo”.
El IMER es, dicen sus trabajadores, un espacio de confianza y pluralidad, donde no pretenden venderle nada a los radioescuchas, sino transmitirles mensajes y experiencias, cosas tan simples, pero que sirven como contrapeso a lo ya establecido, por eso son necesarios los medios públicos.
Después de meses de callar la precariedad en la que estaban, característica que encontraron desde la administración pasada, el IMER dio a conocer que diferentes programas de contenido dejarían de salir al aire, y que algunos de sus trabajadores estaban en peligro, pues no habían recibido su pago quincenal y no tenían dinero para continuar con los proyectos.
Aleida Calleja, directora de dicho instituto, explicó que el peligro empezó cuando en la Cámara de Diputados se expuso que tendrían un recorte presupuestal para este 2019, de poco más del 10 por ciento. Después, vieron venir las medidas de austeridad, lo cual afectó a los freelance, trabajadores que, en su mayoría, integran al IMER. De acuerdo con la directora, un total de 186 personas son las que colaboran en la radio, más los 42 en honorarios asimilados.
Calleja se reunió con autoridades de la Secretaría de Educación Pública y de la de Hacienda y Crédito Público para ver este caso y resolverlo lo antes posible. “Nuestra directora nos informó que ya está viendo el asunto, parece que se va a resolver, estamos a la espera de que sea antes del viernes, eso fue lo que nos dijo. Con esto liberarían el presupuesto y podrían seguir trabajando todos. Y el lunes entonces sería normal”, aseguró, en entrevista con Reporte Índigo, Alicia Rodríguez, productora del instituto.
Rodríguez espera que eso se cumpla para que la gente que trabaja allí pueda seguir haciéndolo y los programas continúen al aire, por el momento se mantiene escéptica y hasta que no le pidan confirmar invitados para el lunes, creerá que este problema ya se resolvió.
“Todos los que trabajamos estamos muy desconcertados, estamos viendo una directora aguerrida que está trabajando y luchando para que esto no suceda, la vemos hablar, negociar, sacar la casta y decir ‘no puede pasar esto con la radio’”, comenta en entrevista Luz María Mesa, locutora que lleva 35 años en el IMER.
Tanto Jesús Ramírez Cuevas, vocero presidencial, como Jenaro Villamil, coordinador de medios públicos, declararon que antes del 30 de junio, al IMER le harían llegar un aproximado de 20 millones de pesos, con el fin de que no se despida a ningún trabajador ni dejen de transmitirse los programas que el instituto le ofrece a los mexicanos en todo el país, a través de 17 emisoras.
“Se refuerza el compromiso de apoyo a los medios públicos”, detalló.
Así se trabaja en el IMER
Para Erik Montenegro, productor y conductor en Horizonte (107.9 FM), desafortunadamente lo que está viviendo el IMER es una historia ya conocida y de muchos años, ya que dice que no existe una estructura adecuada dentro de los medios públicos, ni en el ámbito legal ni en el interno.
“Desde hace cuatro administraciones sigue operando básicamente de la misma forma y con los mismos sueldos, por eso, conforme ha ido creciendo el proyecto y las estaciones, ha sido necesario echar mano de más y más gente, pero bajo esquemas de freelance, como es mi caso y el de muchos otros, de tal manera que cuando volteas hacia atrás, más del 65 por ciento del personal somos contratados así”, explica Montenegro.
Que una institución gubernamental siga fomentado ese esquema de trabajo sin prestaciones, le parece paradójico al conductor, ya que se debería fomentar el bienestar de los empleados con todas sus prestaciones.
Con la liberación del presupuesto en estos días, queda la incertidumbre de si también habrá dinero para mejorar las instalaciones del IMER, ya que, en palabras de sus empleados, viven una situación crítica.
“El estudio A está inhabilitado, porque el piso está muy dañado, entonces, no se puede utilizar ese espacio, está parado, porque no hay con que repararlo. Los aires acondicionados de toda la torre de radiodifusoras está descompuesto, tenemos problemas con la planta de luz, porque ahora no hubo para pagarla, es decir, si se va la luz en este momento y estoy al aire o grabando, se pierde todo, salimos del aire, porque no hay planta, que es algo que siempre habíamos tenido para trabajar”, afirma Rodríguez.
También cosas muy básicas como el agua para beber faltan en el instituto. Se acabó el contrato con la empresa que cambiaba los garrafones para los colaboradores y para los invitados; además, mantenimiento está detenido, “en fin, tenemos una bola de cosas descompuestas que no hay con qué, el problema es que estamos agarrados de manos, porque no hay recursos”, dice la productora.
A pesar de que la locutora de Reactor 105.7, Olivia Luna, cuenta con un contrato que le aseguraba su permanencia laboral, aunque su programa saliera del aire, toda esta crisis que vive el IMER la hace cuestionarse sobre las acciones que debe tomar a futuro.
“En lo personal me pone en una situación en la que digo ‘bueno, si esto no va a continuar tengo que aplicarme’, porque me siento comprometida con un público, que es el que ha estado ahí siempre al tanto y al pendiente de los espacios en los que he estado. Hablando a voz de Olivia Luna quiero seguir haciendo ruido y ahorita posiblemente me ponga a pensar que a lo mejor debo agarrar otro camino y seguir adelante”, confiesa la locutora.
Luna considera importante el que no se apaguen las voces de una frecuencia tan importante como lo es la 105.7, un bastión para la libertad de expresión.
“Sabemos el público que tenemos, que podemos contar con ellos, se agradece muchísimo, y es sorprendente que siga siendo una tendencia, tanto el IMER como Reactor.
La importancia de la radio pública
Luz María Meza, locutora del IMER, declara que una de las importancias que tiene la radio pública, en comparación con la privada, es que sus trabajadores, no sólo quienes están detrás del micrófono, sino los guionistas, productores, reporteros y directores, tienen plena libertad de difundir la información que deseen sin la necesidad de tener una obligación comercial que cumplir.
“La radio pública tiene una misión importante no sólo de comunicación, educación e información, sino lo que ha sido más sobresaliente, es que hay una línea de libertad para todos aquellos que quieran ser parte de ella”, dice la locutora.
José Antonio Zavaleta Landa, maestro de Radio de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, agrega que es esencial para todo mexicano, pues desde que se convirtió en un servicio público tiene la obligación de continuar su transmisión, salvo hechos fortuitos a causa de fuerza mayor.
“A pesar de los problemas que estén alrededor de la radio pública, considero que ésta tiene un gran aliento, aún le falta mucho más por demostrar y exponerle a la gente a través de sus locutores y de sus trabajadores en general, pero, más importante, a cualquier gobierno”, confiesa el académico de la UNAM.
Trabajadores del IMER decepcionados de la 4T
Para tener un pueblo consciente que pueda dirigir su propio rumbo, hay que apostarle a la educación y a la cultura y no quitarles presupuesto, por ello, los empleados del IMER se muestran decepcionados del nuevo gobierno federal por las acciones que ha tomado dentro de estos sectores.
“Yo voté por un cambio, pero justamente en ese cambio a mí lo que me vendieron fue que primero los pobres y si primero los pobres, quiere decir que primero la educación, primero la salud y primero la cultura”, comenta Alicia Rodríguez.
Por su parte, Erik Montenegro asegura que tenía una idea muy diferente de la llamada cuarta transformación, pensaba que iba a ser completamente al revés, que la focalización para lanzar un proyecto nuevo iba a estar justamente sostenida por la cultura y la educación.
Una las coordinadoras de las 17 emisora del IMER dice que su generación confió en un cambio, pero que ahora hay una crisis de desconocimiento dentro del gobierno. “Lo que yo esperaría es que sí se pongan las pilas, porque quienes trabajamos aquí estamos en resistencia, tenemos bien claro lo que hacemos en los medios públicos, pero si el gobierno no tiene esa visión, sobre todo de que nuestro trabajo es dar un servicio público, más allá del rating, ese servicio no está llegando a los oídos de quienes tiene que llegar”.
Zavaleta Landa considera que el gobierno federal no ha entendido la importancia de estos medios públicos, que no tienen que estar al servicio del gobernante en turno, sino al servicio de la sociedad.