Autoridades reportaron el crimen que cometió la banda inglesa The Kinks en la canción You really got me. Específicamente, el guitarrista principal de la agrupación, Dave Davies.
Movido por la frustración de no encontrar la satisfacción a su deseo musical, Davies confesó el crimen que llevó a cabo en contra de su amplificador y guitarra.
Se trata de algo que había sido oído lejanamente en Link Wray y sus riffs metálicos. Sin embargo, en este caso, fue un delito planeado por mucho tiempo, de acuerdo con el testimonio de Davies.
EL CRIMEN
En su afán de experimentar con varios instrumentos para hallar nuevos sonidos, Dave Davies tomó una hoja de afeitar y rasgó el amplificador de su guitarra. Al rasgarla, un riff crocante y rasposo salió de la bocina ya herida.
No obstante, parece que este crimen no era algo novedoso. Ya que el propio Dave admitió, también, que trataba de una manera agresiva a su equipo de sonido.
Uno de los testigos, el productor de la banda Shel Talmy, aseguró que Davies solía patear los amplificadores para encontrar un sonido duro y rocoso. Por lo que el rasgar uno de estos altavoces era el resultado de una búsqueda un tanto violenta de hallar el rock.
Con este riff rasposo, Dave Davies compuso el ritmo de You really got me. Lo electrizante del primer acorde y cómo se desenvuelve con la lírica sexual y el ritmo constante de la batería demuestran el crimen de The Kinks.
El solo alocado que se escucha en forma de distorsión, pero a la vez muy rítmico, fue la fruta en el postre de Davies. Cuerdas que van de un lado a otro sobre una base de energía quebrada.
INSPIRACIÓN PARA THE WHO
Pero fueron las propias autoridades quienes alabaron este crimen musical que se convirtió, muy pronto, en un referente de otras bandas. El propio Talmy declaró que The Who tomó algunos acordes de You really got me para crear una obra similar: I can´t explain.
Lo anterior, fue confirmado por el líder de The Who, Roger Daltrey, quien se mostró contento con el sonido de The Kinks y decidió rendirles homenaje con una canción que toma su riff crocante.
“I cant explain fue un guiño para The Kinks. Eran muy peligrosos y tenían algo distinto. Así que era como decirles bien hecho, chicos, veamos si podemos hacer algo así”, dijo Daltrey.
Al igual que Dave Davies en You really got me, Pete Towshend entregó un riff rítmico al sacar más de los 12 compases que se utilizaban, típicamente, en el blues.
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