Estudian a la grana cochinilla
Investigador del Cinvestav analiza a este insecto que en la Nueva España se utilizó como colorante natural; el objetivo es determinar la función biológica del ácido carmínico que produce
José Pablo EspíndolaLa grana cochinilla produce el ácido carmínico, colorante de color rojo intenso que durante la época colonial fue el producto que ocupó el tercer en importancia económica para la Nueva España, solo después del oro y la plata; ahora, en la actualidad, en México se produce y se usa mayormente de forma artesanal.
Fidel de la Cruz Hernández, investigador del Departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular del Cinvestav, analiza el ciclo de vida de este insecto con el propósito de determinar la función biológica del ácido carmínico que produce.
“Nos preguntamos cuál es la función biológica del ácido carmínico en el insecto y analizando la forma de defenderse de los artrópodos a las condiciones del ambiente, estudiamos una reacción química llamada melanización”, explica.
En esta reacción, los patógenos que atacan al insecto son rodeados por un pigmento negro (melanina), para encapsularlo y matarlo; y en la mayoría de ellos la melanización inicia con un derivado de un aminoácido, pero en el caso único de la cochinilla, su reacción inicia con un precursor diferente: el ácido carmínico.
Cuando en la cochinilla la melanización es disparada por condiciones del medio ambiente, incluyendo la presencia de agentes patógenos, el color rojo del ácido carmínico cambia y con base en esta reacción los investigadores desarrollaron un producto que tiene la capacidad de reaccionar a la presencia de hongos patógenos en muestras de agua.
Además, el ácido carmínico producido por la grana cochinilla reacciona ante la presencia de metales o pH, entre otras cosas, y eso en la práctica amplía los usos potenciales del carmín para compuestos químicos o agentes patógenos contaminantes en diversas muestras líquidas.
Otra parte de la investigación, asegura Fidel de la Cruz, es rescatar al ácido carmínico como colorante natural y convertirlo en una alternativa frente al uso de los químicos sintéticos como las anilinas, que con las pruebas de Ames, realizadas en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado, se probó que son potencialmente cancerígenos en las personas.
Uno de los grandes problemas para el cultivo de la grana cochinilla es que en el campo existen otras especies de cochinilla, consideradas plaga, las cuales son capaces de destruir los cultivos de nopal y tuna con graves consecuencias para los agricultores, asegura el investigador del Cinvestav.