Fallece Vangelis, el compositor griego de ‘Carros de fuego’, a los 79 años

Vangelis, fue un compositor para docenas de películas, documentales y series de televisión, tal como ‘Blade Runner’ y ‘Carros de fuego’
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Vangelis, el compositor electrónico griego que escribió la inolvidable partitura ganadora del Oscar para “Chariots of Fire” (“Carros de fuego”) y música para docenas de otras películas, documentales y series de televisión, falleció. Tenía 79 años.

El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, y otros funcionarios del gobierno expresaron sus condolencias el jueves. Medios de prensa griegos informaron que Vangelis, cuyo verdadero nombre era Evangelos Odysseas Papathanassiou, murió en un hospital francés la noche del martes.

“Vangelis Papathanassiou ya no está entre nosotros”, tuiteó Mitsotakis, llamándolo un “pionero del sonido electrónico” cuya muerte es una “triste noticia para el mundo entero”.

Los créditos iniciales de “Chariots of Fire” aparecen mientras un grupo de jóvenes corredores avanzan en cámara lenta por una playa sombría de Escocia y una melodía perezosa con acompañamiento de ritmo se eleva hasta convertirse en una declamación magistral. Es uno de los temas musicales más reconocibles del cine, y su posición en la cultura popular solo ha sido confirmada por la gran cantidad de parodias que ha engendrado.

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La película británica de 1981 le dio reconocimiento a Vangelis, pero su encuentro inicial con el éxito llegó con su primera banda pop griega en la década de 1960.

Evolucionó hasta convertirse en un hombre-orquesta casi clásico, utilizando una amplia gama de equipos electrónicos para conjurar sus ondas de sonido enormemente populares. Vangelis, un hombre reservado y humorístico, fornido, con el pelo hasta los hombros y una barba recortada, citaba la filosofía griega antigua y veía al artista como un conducto para una fuerza universal básica. Estaba fascinado por la exploración espacial y escribió música para los cuerpos celestes, pero dijo que él mismo nunca buscó el estrellato.

Aún así, un microplaneta que gira en algún lugar entre Marte y Júpiter, 6354 Vangelis, siempre llevará su nombre.

Nacido el 29 de marzo de 1943 cerca de la ciudad de Volos en el centro de Grecia, Vangelis comenzó a tocar el piano a los 4 años, aunque no recibió ningún entrenamiento formal y afirmó que nunca aprendió a leer notas.

“Orquestación, composición: enseñan estas cosas en las escuelas de música, pero hay algunas cosas que no se pueden enseñar”, dijo en una entrevista en 1982. “No se puede enseñar la creación”.

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A los 20 años, Vangelis y tres amigos formaron la banda Forminx en Atenas, a la que le fue muy bien en Grecia. Después de que se disolvió, escribió partituras para varias películas griegas y luego fue miembro fundador de Aphrodite’s Child junto con otro músico griego de fama internacional, Demis Roussos. Con sede en París, el grupo de rock progresivo produjo varios éxitos europeos, y su disco final “666”, lanzado en 1972, sigue siendo muy aclamado.

Aphrodite’s Child también se separó y Vangelis se dedicó a proyectos en solitario. En 1974, se mudó a Londres, construyó su propio estudio y cooperó con el líder de Yes, Jon Anderson, con quien grabó como Jon and Vangelis y tuvo varios éxitos importantes.

Pero su gran momento llegó con la banda sonora de “Chariots of Fire”, que contaba la historia real de dos corredores británicos que competían en los Juegos Olímpicos de verano de 1924 en París. La partitura de Vangelis ganó uno de los cuatro Premios de la Academia que recibió la cinta, incluyendo a mejor película. La pieza característica es una de las melodías cinematográficas más difíciles de olvidar en el mundo, y también ha servido como fondo musical para incontables parodias en cámara lenta.

Más tarde, Vangelis escribió música para “Blade Runner” de Ridley Scott y “1492: Conquest of Paradise” (1492: Conquista del paraíso), “Missing” (“Desaparecido”) y “Antarctica” (“Antártica”), entre otras.

Rechazó muchas otras ofertas para bandas sonoras y dijo en una entrevista: “La mitad de las películas que veo no necesitan música. Suena como algo relleno”.

Vangelis desconfiaba de cómo las compañías discográficas manejaban el éxito comercial. Con el éxito, dijo, “te encuentras atascado y obligado a repetirte a ti mismo y tu éxito anterior”.

Su interés por la ciencia — incluida la física de la música y el sonido — y la exploración espacial dieron lugar a composiciones vinculadas a importantes proyectos de la NASA y la Agencia Espacial Europea. Cuando el físico teórico británico Stephen Hawking murió en 2018, Vangelis compuso un homenaje musical para su entierro que la AEE transmitió al espacio.

Vangelis sacó a relucir sus oleadas sinfónicas tocando solo en un banco de sintetizadores, mientras accionaba interruptores con los pies, que se lanzaban de un pedal a otro.

“Trabajo como un atleta”, dijo una vez.

Evitó los excesos asociados con muchos en la industria de la música y dijo que nunca consumió drogas, “lo que a veces era muy incómodo”.

Vangelis dijo que nunca experimentaba con su música y que por lo general hacía todo en la primera toma.

“Cuando compongo, interpreto la música al mismo tiempo, así que todo es en vivo, nada está preprogramado”, dijo.

Decca, el sello discográfico de sus últimos tres álbumes, llamó al compositor “un genio”.

“Vangelis creó música de extraordinaria originalidad y poder, y proporcionó la banda sonora de muchas de nuestras vidas”, dijo. “Decca tuvo el placer de asociarse con Vangelis y su equipo en sus últimos tres álbumes y lo extrañaremos enormemente. Su música vivirá para siempre”.

El compositor vivió en Londres, París y Atenas, donde compró una casa a los pies de la Acrópolis que nunca arregló, incluso cuando su calle se volvió uno de los paseos peatonales más deseados de la ciudad. El edificio neoclásico casi fue demolido en 2007 cuando los funcionarios del gobierno decidieron que estropeaba la vista de la antigua ciudadela desde un nuevo museo construido al lado, pero finalmente lo reconsideraron.

Vangelis recibió muchos premios en Grecia, Francia y Estados Unidos. Poco se sabía de su vida personal, además de que era un ávido pintor.

“Todos los días pinto y todos los días compongo música”, dijo, en ese orden.

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