A pesar de las declaraciones emitidas por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en julio pasado, asegurando que el Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT) no puede recibir presupuesto económico por parte del gobierno, pues es una organización privada, éste sigue de pie, defendiendo la autonomía con la que se creó en 2003.
“El Foro no es una asociación de carácter privado, es un órgano autónomo y permanente de derecho público, por lo que merece recibir recursos por parte del Conacyt, justo como lo establece el Artículo 38 de la Ley de Ciencia”, asegura la doctora Julia Tagüeña, coordinadora general del FCCyT.
El Artículo 38 de la Ley de Ciencia dicta que el Conacyt, actualmente dirigido por María Elena Álvarez-Buylla, debe otorgar los apoyos necesarios para garantizar el funcionamiento del Foro, incluyendo los apoyos logísticos y los recursos para la operación permanente, así como los gastos de traslado y asistencia necesaria para la celebración de sus reuniones de trabajo.
El monto se establece de acuerdo con un convenio realizado por el Foro, que desarrolla las actividades que realizará en el año y se las entrega al Conacyt, para que éste revise y apruebe los recursos solicitados. En 2018 se le otorgaron 33 millones 577 mil pesos.
La aclaración de la doctora Tagüeña se dio luego de que el Conacyt decidió, desde el 1 de julio pasado, frenar los recursos económicos que se le brindaban desde hace 16 años.
Lo anterior, tras informar, a través del comunicado 48/19, que de los 200 millones que se le habían otorgado al Foro Consultivo durante la administración anterior, parte importante se invirtió en telefonía celular, gestión de redes sociales, servicio de bocadillos y vigilancia personal, entre otras actividades “superfluas”.
Al respecto, el Foro Consultivo desmintió dichos gastos y recalcó que el Conacyt es el único instituto que aprueba y verifica los recursos brindados. “Si bien debemos apoyar la austeridad en el sentido de no invertir en cosas superfluas, la ciencia requiere de una inversión, eso destapa el desarrollo de los países; lo que hay que hacer es que se haga buen uso de ellos”, dice Tagüeña.
La coordinadora del FCCyT comenta que aunque se solicitó ayuda legal para hacer que el Conacyt brindara los recursos económicos necesarios, la relación entre las dos dependencias no se ha visto quebrada, pues su objetivo en común es que México crezca en materia científica, tecnológica y de innovación.
“Es importante reiterar la voluntad del Foro de conciliar y colaborar con el Conacyt. Como siempre, estaremos abiertos a apoyar las actividades y a la comunidad de Ciencia, Tecnología e Innovación de nuestro país”, recalca la doctora.
De acuerdo con el licenciado Francisco Salvador Mora Gallegos, representante legal del Foro, luego de que se le solicitó al Poder Judicial un Amparo para que el Conacyt no desfavorezca a su institución, ahora esperan que el juez analice las versiones de ambas partes.
“Se abrió un periodo para que el Conacyt ejerza su derecho de contestar lo que le corresponde, y una vez que eso ocurra, el juez determinará la respuesta, la cual puede dar cuatro supuestos: confirmar lo establecido en el Artículo 38 y que el Consejo Nacional reconozca la autonomía del Foro, que se amplíe el monto solicitado, que revoque la petición, o que la modifique”, explica Mora Gallegos.
La contestación por parte del Conacyt debe ser entregada, en primera parte, al término de esta misma semana, y la segunda a finales de este mes. Hasta el cierre de esta edición, la institución de Álvarez-Buylla no brindó a este medio su versión de los hechos.
“Uno nunca sabe cómo van a terminar los procesos. Yo esperaría, en lo personal, que se llegara a un buen acuerdo lo antes posible”, sostiene Tagüeña.
Para Mora Gallegos, es muy probable que la respuesta legal sea favorable, pues una señal de eso fue que el juez ordenó que se le administren, de entrada, los recursos al Foro para su operación, cuando bien pudo haber decidido al final de este procedimiento que está iniciando.
El FCCyT disminuye, pero no se detiene
Por el momento, y a la espera de la resolución legal, el FCCyT continúa con sus actividades a favor de la ciencia y la tecnología; sin embargo, la doctora Julia Tagüeña afirma que ante la falta de recursos económicos, algunos de sus investigadores han decidido dejar de ser parte de este órgano, mientras que otros optaron por permanecer sin recibir ningún tipo de pago.
También, enfatiza que han disminuido sus visitas a entidades federativas, donde ofrecen asesoría legislativa para modificar sus leyes y éstas favorezcan a la ciencia y a la tecnología.
“Han disminuido, pero no han desaparecido. Ellos están conscientes de nuestra situación y vienen a visitarnos a la Ciudad de México”, comenta la secretaria técnica del Foro, Adriana Guerra.
Según la coordinadora general del Foro Consultivo, algunas instalaciones de esta institución, incluso, han sido rentadas para presentaciones de libros, con el fin de recaudar fondos y mantener su equilibro económico.
“El Foro dice no a su desaparición, no a la desaparición de sus cuerpos colegiados y no a la falta de consensos. Sí a la diversidad de opiniones y sí a la pluralidad de ideas”, asegura la doctora Tagüeña.