Fiestas decembrinas, un peligro latente
Como es costumbre, las cenas y comidas de fin de año llevan consigo alimentos con altos índices calóricos y azúcares, lo que es perjudicial para las personas con diabetes. En el marco del Día Mundial de la Diabetes, especialistas comparten los problemas de salud que la gente con este padecimiento puede sufrir si no cuida de sí misma y cómo debe medir sus porciones para quedar satisfecha
Fernanda MuñozEl año está a semanas de terminar y eso solo significa una cosa, que las reuniones familiares y las fiestas decembrinas se acercan, pero no solo eso, también las cenas y las grandes comidas que incluyen pavo de por medio, ponche, refrescos, ensaladas con crema, pastas y romeritos, entre otros.
Para algunos, los nombres de estos platillos solo los encamina a un festín digno de repetir hasta el nuevo año, pero para otros, los diabéticos, son sinónimos de peligro y precaución.
Si una persona diagnosticada con diabetes decide sobrepasarse con los alimentos durante las fiestas decembrinas, su cuerpo será el único que lo va a padecer, pues el grado de glucosa aumentará debido a los altos niveles de azúcares que consumió.
De acuerdo con el también académico de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM, si una persona diabética no mantiene la dieta que le corresponde, y además no lleva un tratamiento farmacológico, ahí es donde vienen las complicaciones.
Las principales dificultades que puede tener la población diabética si no cuida de sí misma son dos: las agudas, llevando al paciente a sentir sed y hambre, a orinar frecuentemente, a perder peso, tener visión borrosa y mareos; y las crónicas, con mayores problemas de vista como retinopatía diabética, daño renal y hasta problemas del corazón.
“Por eso es importante la revisión periódica con nuestro médico internista o endocrinólogo, porque la prevención va a ser lo más importante; la educación en diabetes que debe tener el paciente acerca de todos estos síntomas para poder detectarlos a tiempo es primordial”, dice el doctor.
En entrevista, el académico enfatiza que, para cuidar su salud, la persona diabética debe conocer muy bien su estabilidad en glucosa, la cual debe ser de 80 a 130 miligramos por decilitro en ayunas, y menos de 180 dos horas después de los alimentos.
Además, para saber controlar la alimentación y así conocer cuánto puede consumir durante las próximas fechas, el doctor invita a la población, en el marco del Día Mundial de la Diabetes, a tener el apoyo de un especialista en nutrición para armar su propio programa de alimentación dependiendo de su peso, su edad y actividad física.
Perspectiva nutricional para las fiestas decembrinas
Flor Vega Rojas es nutrióloga y asegura que, sin duda alguna, lo mejor que puede hacer una persona diabética es acudir a un especialista en alimentos, sobre todo para que conozca realmente de qué se trata su enfermedad, cómo puede controlarla y que no se guíe por lo que hay en Internet.
“Por ejemplo, tuve un paciente que le estaban recomendando consumir un té de una planta que ni siquiera hay estudios al respecto, entonces podría estar envenenándose con ese tipo de recomendaciones, afectando su salud de forma importante. Por eso es importante ir con un nutriólogo que te indique, que te informe correctamente, de qué se trata esta enfermedad y cómo puedes controlarla, porque se puede vivir con diabetes, solo hay que saber manejarla”, indica.
Para Vega Rojas, quien también es parte de Nutrimente, espacio en el que especialistas de la Universidad Iberoamericana realizan consultas, lo mejor que podría hacer una persona diabética en estas próximas fiestas decembrinas es hidratarse correctamente, cuidar sus porciones y no incurrir en excesos de cualquier tipo.
En ese sentido, la especialista recomienda no hacer ayunos prolongados, sino tener cinco comidas, mínimo, al día; no dejarse llevar por el sedentarismo, sino ejercitarse al menos por 15 minutos; y guiarse por porciones de comida óptimas, principalmente si se habla de harinas refinadas y azúcares.
De acuerdo con Vega Rojas, cuando las personas diabéticas tienen una alimentación correcta pueden controlar su enfermedad, e incluso comerse un dulce de vez en cuando o tomar medio vaso o un vaso de refresco, siempre y cuando esto no sea cada tercer día, sino como un antojo de cada mes o cada dos semanas.
“Cuando llega la cena de Navidad le digo a mis pacientes: ‘come lo que quieras, pero mídete’. Medirse quiere decir que tus porciones no deben exceder el tamaño de tu puño o ni la mitad de tu puño si es que quieres probar un poquito de todo y no sentir esa sensación de que estás lleno, sino que estás satisfecho. O sea, cuando te sientes satisfecho ya no tienes por qué comer más y puedes disfrutar un poquito de todos los guisos”, recomienda la nutrióloga.
Además, señala la importancia de que las personas diabéticas se hidraten con agua simple y no refrescos, y optar por platillos con menos grasas y más verduras, como los romeritos que, aunque tienen mole, lo compensa un poco con el vegetal.
Finalmente, invita a las familias de personas con diabetes a entender a su papá, mamá o primos con la enfermedad y ellos también cuiden su alimentación, pues existe una probabilidad de que en algún punto desarrollen este padecimiento.