Four Tet: Sin bombo ni platillo

A menos de que seas parte de su base hardcore de fans, casi nadie reconoce quién es Kieran Hebden. Pero si al londinense se le agrega su apodo y nombre de proyecto, la cosa cambia. 

Desde 1998, Hebden es mejor conocido como Four Tet, una de las figuras más prominentes en el interminable mundo de la música electrónica. 

Por algo Thom Yorke llegó a decir en la época de “Kid A” que su música era su favorita. 

Juan Antonio Zertuche Juan Antonio Zertuche Publicado el
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A menos de que seas parte de su base hardcore de fans, casi nadie reconoce quién es Kieran Hebden. Pero si al londinense se le agrega su apodo y nombre de proyecto, la cosa cambia. 

Desde 1998, Hebden es mejor conocido como Four Tet, una de las figuras más prominentes en el interminable mundo de la música electrónica. 

Por algo Thom Yorke llegó a decir en la época de “Kid A” que su música era su favorita. 

Después de una intensa gira por clubes del mundo para presentar su repertorio como DJ, a la par del lanzamiento de “Fabric.Live59” del icónico sello Fabric, Four Tet lanzó sin bombo ni platillo “Pink”, su sexto álbum.

Cuando digo esto me refiero a que no hubo un solo esfuerzo publicitario para su lanzamiento. Hebden hizo esto de manera premeditada, quizá como experimento para ver hasta dónde llegaba su base de seguidores.

Este “álbum” se obtiene únicamente de manera digital –aunque se espera que en Japón salga en formato de CD– e incluye seis tracks previamente lanzados como sencillos de doce pulgadas, más dos nuevos: “Lion” y “Peace for Earth”.

Aunque se trata de una compilación semi disfrazada, lo cierto es que en “Pink” se puede escuchar a un Four Tet más bailable, fusionando elementos de house y techno en canciones de mayor duración a la que nos tiene acostumbrados. 

Un “álbum” que tienes que conseguir. 

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