El 4 de julio fue un día especial.
Mientras que en Suiza, los científicos del CERN probaban la existencia del Bosón de Higgs, un salto cuántico para entender cómo se creó el Universo, en Estados Unidos hubo una revelación con el valor proporcional del descubrimiento científico pero para la cultura pop. Un hombre marcó una nueva perspectiva para el hip-hop, la música que domina el mundo:
Frank Ocean, cantante de excelente voz responsable del éxito “Novacane”, miembro del provocador colectivo de rap Odd Future y la nueva estrella del género, reveló a través de un honesto post en su Tumblr que su primer amor fue un hombre.
Así, con un simple post, Ocean se convirtió en la primera estrella de la música afroamericana en asumir, al principio de su carrera, el no ser heterosexual. Lo hizo de forma casual y cándida, sabiendo que, pese a que algunas personas siguen atadas al siglo decimonónico, la preferencia sexual no es lo que le da validez a una persona.
La importancia de su declaración es radical, empezando por el género musical al que pertenece, pero aún más porque él no es un artista de nicho como Big Freedia, rapero homosexual de Nueva Orleans y padre del género sissy bounce. Frank Ocean es Billboard 200, es Grammy, es MTV, es Mainstream.
Ocean es la primera voz que escuchas cuando le pones play a “Watch The Throne” de Jay-Z y Kanye West, el disco de rap más importante del año pasado. Es autor de canciones para Justin Bieber. Es el productor de “Miss You”, uno de los mejores tracks del más reciente disco de Beyoncé.
Su primer disco “Channel Orange”, el cual sale a la venta en 10 días, incluirá colaboraciones con Andre 3000 de Outkast y John Mayer y será editado por la gran casa del Hip Hop: Def Jam. La disquera de LL Cool J, Beastie Boys y Public Enemy.
Pero más allá de eso están sus canciones que –sin importar las preferencias sexuales– siguen siendo igual de buenas y permiten disfrutar del híbrido de rapero y estrella de R&B en el que ha mutado Ocean. Para ejemplo, su primer sencillo “Thinking About You”.
Fue un momento extremadamente significativo, en especial para la música de corte urbano, la cual necesitaba una voz como la de Ocean para terminar definitivamente con la homofobia que aún la invade.
El 4 de julio fue un verdadero día de la independencia. Un antes y un después de Frank Ocean en la historia de la música.