Freddie Mercury anunció hace 27 años que padecía SIDA; horas después partió de este mundo

El hombre que odiaba dar entrevistas, aguardó hasta los últimos minutos de su vida para confirmar al mundo que estaba enfermo de SIDA

Freddie Mercury es ampliamente recordado por su increible voz y su obsesión por mantener en privado los aspectos de su vida personal. Es por esta razón que el cantante esperó la llegada de sus último minutos para revelar al mundo que padecía SIDA.

El hombre nacido bajo el nombre de Farrokh Bulsara sorprendió a sus millones de seguidores el 23 de noviembre de 1991 con una declaración que cambió al mundo de la música; la sorpresa fue mayor para todos, pues menos de 24 horas después el gran Freddie partió de este mundo.

“Deseo confirmar que me hice la prueba de VIH positivo y tengo SIDA. Me pareció correcto mantener esta información privada hasta la fecha para proteger la privacidad de quienes me rodean. Sin embargo, ha llegado el momento que mis amigos y fanáticos de todo el mundo sepan la verdad y espero que todos se unan a mí (…) Mi privacidad siempre ha sido muy especial para mí y soy famoso por mi falta de entrevistas. Por favor, entiendan que esa política continuará”, se podía leer en la declaración firmada por el vocalista de Queen.

Desde finales de 1986, la prensa comenzó a especular sobre la salud de Mercury y una supuesta prueba de sangre que se realizó en la clínica Harley Street. La reticencia del artista para hablar con los periodistas sólo aumentó los rumores y teorías alrededor de éste.

Freddie se hizo la prueba luego de la muerte de algunos de sus amigos, quienes sucumbieron ante la misma enfermedad. Al confirmar que padecía SIDA, el cantante sólo se lo contó a su pareja Jim Hutton; a su mejor amiga Mary Austin; y al representante de Queen, Jim Beach.

Incluso sus compañeros de banda, Bryan May, Roger Taylor y John Deacon, pasaron mucho tiempo sin saber la condición de su amigo. Una vez que Queen supo la noticia, Mercury les pidió guardar el secreto; los músicos accedieron y en todo momento negaron o descalificaron las versiones de la prensa.

“These Are the Days of Our Lives”, videoclip lanzado en septiembre de 1991, fue el último donde apareció Freddie al lado de la banda. La producción deja ver a un Mercury evidentemente más delgado, lo que sólo alimentó a la prensa sensacionalista de Reino Unido.

El guitarrista Bryan May, consciente que la vida de Freddie estaba por extinguirse, le compuso la canción “Show Must Go On”, la cual es una especie de despedida en vida por parte del cantante. El tema no tuvo un video musical como tal, pues Mercury ya no estaba en condiciones, por lo que la banda se decantó por una clip compilatorio de presentaciones en vivo.

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Tras concluir el trabajo pendiente con Queen, Freddie se exilió en su casa en Kensington, ubicada al oeste de Londres. En aquella residencia, el cuerpo de Mercury continuó deteriorándose hasta quedar postrado en una cama.

El 22 de noviembre de 1991, Mercury llamó al manager de Queen y le hizo saber que estaba listo para dar la noticia al mundo. Un día después, la declaratoria fue difundida por todos los rincones del mundo, pero nadie esperaba que la partida fuese tan rápida.

La tarde del 24 de noviembre, el mundo perdió a uno de los más grandes vocalistas de todos los tiempos, Mercury sucumbió ante una neumonía bronquial causada por el SIDA. El cuerpo del músico fue incinerado el 27 de noviembre; la ceremonia fue conducida por la religión zoroastrista.

Aunque la muerte de Freddie fue una gran partida para el mundo de la música, su deceso ayudó a visibilizar la grave crisis de salud provocada por el VIH. La banda, amigos y familia de Mercury continúan haciendo donaciones para apoyar las investigaciones al respecto.

El show debe continuar.

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