El 15 de noviembre se cumplió apenas el cuarto mes de haber sido lanzado el sencillo más exitoso del año a nivel mundial. Hace apenas dos meses, cuando recién hablamos de “Gangnam Style” en este espacio, nos sorprendimos porque en YouTube el video había sido visto 119 millones de veces.
Sin embargo, 120 días y más de 763.5 millones de vistas después, el sencillo de Park Jae-Sang, el cantante coreano de 34 años mejor conocido como Psy, no ha llegado al número uno de la chart que más importa: el Billboard Hot 100 de Estados Unidos.
La fórmula de K–pop perfecto, creada por Psy y el productor Yoo Gun Hyung, ha dominado la lista de popularidad de países como Australia, República Checa, México, Noruega, Suiza, Holanda… y la lista sigue. Son casi 30 países en donde ha ocupado la posición de honor.
A pesar de que ya cuenta con todo el apoyo de la industria (desde los creadores de Justin Bieber hasta la barra completa de programas de “revista” en la televisión
estadounidense), “Gangnam Style” no ha podido ganarse la codiciada posición número uno de Billboard y el culpable es otra fórmula de pop exitosa: Maroon 5 con ayuda Shellback y Max Martin, el dúo de productores suecos más exitoso del momento.
El reggae–pop de “One More Night”, el segundo sencillo de “Overexposed”, y la insoportable –o irresistible– voz de Adam Levine han podido más que la fiesta que se carga Psy.
El sencillo de Maroon 5 lleva 21 semanas en Billboard y parece que no quiere soltar la posición número uno. “Gangnam Style” lleva 10 semanas en esa chart, pero esta semana descendió de la posición número dos a la cinco.
Probablemente el sencillo de Psy se convierta en la canción del año por su omnipresencia. Su poder seductor es tal que incluso Madonna se dejó llevar por esos pasos de baile recientemente en un show. No solo eso, el mundo del arte contemporáneo también se ha montado en esta ola: en un confuso acto de desafío cultural disponible en YouTube, hasta Ai Weiwei la baila con esposas en mano.
Apenas son cuatro meses de convivir con “Gangnam Style”, pero parece como si hubieran transcurrido años. No se trata de ninguna manera de un fenómeno “Rolling in the Deep” o “Someone Like You” de Adele, que duraron semanas en la posición número uno.
Pero si algo ha aprendido todo el equipo de mercadotecnia y producción detrás de Psy, quienes han apostado todo por ese –aparentemente– inalcanzable número uno, es la máxima de que “no hay que llegar primero, pero hay que saber llegar”.
Nada mejor que una victoria cultural para cerrar el año: clausurar los American Music Awards en coreano con un mashup de “Too Legit To Quit” de MC Hammer.
