Según Lav Varshney, científico e investigador de la empresa, se trata de un “sistema de aprendizaje que añade una dimensión más a la computación cognitiva: Creatividad”.
El objetivo final es crear una receta única por computadora. Para ello, el equipo de investigadores de la compañía están analizando los compuestos químicos de los alimentos, así como los datos psicofísicos que producen esa sensación de disfrute y placer del sabor.
Así se podrán obtener recetas “con ingredientes científicamente sabrosos”, apunta Terri Pous de TIME.
El sistema culinario aún no tiene un nombre, pero utiliza el “razonamiento inductivo” con el que no solo se comprenden los elementos básicos de una receta, sino que se combinan a nivel molecular.
Será como “un compañero práctico para cocineros curiosos”, según Varshney.
Además, le permitirá a las personas que estén a dieta, por ejemplo, sustituir alimentos o agregar ingredientes saludables.
El sistema tiene acceso a bases de datos de recetas en línea, del gobierno y especializadas y podría ayudar a lugares de escasos recursos, pues “los recursos limitados no deben eliminar el placer de la comida. Una computadora creativa podría optimizar el sabor dentro de las limitaciones, creando una variedad de comidas nunca pensadas, agradables al paladar, alentadoras de consumo y que ayuden a prevenir la desnutrición”, puntualizó Lav.
