El glifosato es un compuesto químico que se utiliza como pesticida para eliminar hierbas y arbustos. El mismo es absorbido por las hojas y no por las raíces, pero también se puede inyectar en troncos y tallos o pulverizarse y utilizarse como herbicida forestal.
Este compuesto ha estado por años en el ojo del huracán pues organizaciones ambientalistas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y hasta la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) lo han considerado como potencialmente cancerígeno.
A inicios de agosto un jardinero escolar, que utilizó constantemente el herbicida Roundup, que comercializa Monsanto y que contiene glifosato, ganó una demanda contra la empresa a la cual acusó de haber contribuido con el desarrollo del cáncer que sufre desde hace varios años.
Un jurado de San Francisco, Estados Unidos, ordenó a Monsanto pagar 289 millones de dólares al demandante, Dewayne Johnson, al concluir que el producto contribuyó a su enfermedad y que la empresa debió incluir una etiqueta en el mismo que advirtiera sobre los riesgos a la salud.
La demanda de Johnson, quien sufre de linfoma no Hodgkin, un cáncer del sistema linfático, es la primera de cientos de querellas interpuestas en tribunales federales y estatales por los riesgos que el Roundup causa a la salud, algo que Monsanto ha negado constantemente.
Este caso se une a la denuncia que realizó recientemente el Grupo de Trabajo Ambiental (EGW por sus siglas en inglés) quien halló fuertes cantidades de glifosato en más de 40 cereales hechos a base de avena.
Entre las marcas se encuentran Cheerios, Quaker Old Fashioned Oats, Quaker Dinosaur Edd Instant Oats y Back to Nature Classic Granola.
El nivel de glifosato que especialistas consideran seguro para el consumo humano es de 0.01 miligramos por día. A decir de la organización, la mayoría de los cereales contienen niveles por encima de esta cantidad.
Monsanto ha negado que haya relación entre el ingrediente activo del Roundup, el glifosato, y el cáncer argumentando que cientos de estudios han establecido que la sustancia es segura para la salud pero el debate sigue abierto.