Para el científico Gregg Semenza es muy importante tener gente en la frontera entre la investigación y la medicina para lograr descubrimientos que, en último término, se puedan trasladar a la práctica clínica.
Gracias a su trabajo, que impulsó el camino para desarrollar nuevas estrategias para combatir la anemia, el cáncer y muchas otras enfermedades, recibirá el 10 de diciembre, junto a William Kaelin y Peter Ratcliffe, el Premio Nobel de Medicina 2019.
El programa oficial de la Semana del Nobel en Estocolmo comenzará el viernes 6 de diciembre con una reunión informal para los laureados de este año en el Museo del Premio Nobel. Durante los días siguientes, los galardonados darán conferencias de prensa. La semana culminará con la ceremonia de entrega del premio y el banquete el día 10.
Aparte de su investigación fundamental, Semenza, catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, comparte cinco puntos, los cuales quisiera que más personas supieran sobre la ciencia.
1 Muchos de los mejores descubrimientos los hacen científicos jóvenes
El Premio Nobel, por lo general, se otorga a los científicos de más edad por descubrimientos que hicieron cuando eran más jóvenes. Debido a eso, explica Semenza, la gente puede creer que la buena ciencia la dominan solamente las personas mayores, pero a menudo hay grandes hallazgos realizados por científicos jóvenes.
“Nosotros muchas veces realizamos estos descubrimientos al comienzo de nuestra carrera profesional, pero es mucho más adelante que el significado de esos hallazgos queda en evidencia”, comenta Gregg Semenza.
2 Se requiere de perseverancia y colaboración
En gran parte, la ciencia consiste en tomar pequeños pasos hacia adelante. Los grandes avances casi siempre son el resultado de la colaboración científica. Semenza recuerda que cuando él y su equipo de laboratorio identificaron el gen HIF-1, que controla células en condiciones de bajo oxígeno, inicialmente se toparon con problemas intentando clonar el ADN del gen. Los científicos hacemos clonación de ADN para aprender más sobre las funciones y otras características de un gen. En su caso, él contó con la ayuda de un colega de Johns Hopkins que tenía experiencia con un enfoque alternativo, el científico Thomas Kelly.
3 Son necesarias la mentoría y cooperación entre colegas
“Hay lugares con gente muy inteligente y lugares donde todo el mundo es amigable. Pero hay muy pocos lugares con gente inteligente y siempre deseosa de ayudarte. Cuando escribimos el manuscrito anunciando el descubrimiento de HIF-1 lo enviamos a las revistas del más alto calibre, pero no lo consideraron de interés suficiente como para justificar su publicación”, dice.
Pero para Gregg Semenza eso no fue un impedimento, porque consiguió ayuda del ahora fallecido científico Victor McKusick, y el manuscrito fue publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences. Al presente, ha sido citado en más de 6 mil publicaciones científicas.
4 Hay que invertir en la educación temprana en ciencia
“En la secundaria tuve a una maestra de biología que me inspiró a mí, y a otros, a seguir una carrera en investigación científica con sus enseñanzas sobre científicos famosos y el proceso de investigación científica que los llevó a sus hallazgos. A menudo solía introducir su descripción de un descubrimiento científico diciendo ‘cuando ganes tu Premio Nobel, no quiero que olvides que aprendiste eso aquí’. Tenemos que darles más importancia a los maestros y recompensarlos por el trabajo que hacen, ya que marca la diferencia en la vida de muchos”.
5 La investigación científica básica es ventajosa para la economía
“Las investigaciones y los descubrimientos que provienen de la investigación científica básica son esenciales para la economía, la salud pública y el tratamiento precoz de las enfermedades. Es mejor, tanto para los pacientes como para la economía, tratar enfermedades cuanto antes en lugar de más tarde, y necesitamos más investigaciones para aprender a tratar de forma eficaz muchos cánceres”.