Había una vez una banda llamada Pixies…

Hay bandas malas, regulares, buenas y legendarias. Sin duda, Pixies pertenece a ese último y selecto club cuyo legado se puede medir en influencia e impacto.

Durante la segunda mitad de la década de los 80, la banda conformada por Black Francis (voz, guitarra), David Lovering (batería), Joey Santiago (guitarra) y Kim Deal (batería) sobresalió con un estilo nunca antes escuchado.

Hay bandas malas, regulares, buenas y legendarias. Sin duda, Pixies pertenece a ese último y selecto club cuyo legado se puede medir en influencia e impacto.

Durante la segunda mitad de la década de los 80, la banda conformada por Black Francis (voz, guitarra), David Lovering (batería), Joey Santiago (guitarra) y Kim Deal (batería) sobresalió con un estilo nunca antes escuchado.

Las inteligentes y viscerales letras de Francis (quien combinaba sonidos extraños con frases en español), el estilo en la guitarra de Santiago, y la conjunción de la base rítmica entre Lovering y Deal (quien también cantaba), hicieron de Pixies una de las bandas más influyentes de la década. 

Con excelentes álbumes como “Surfer rosa” (1988) y “Doolittle” (1989), definieron la estética y el sonido de lo que eventualmente se convertiría en la música alternativa de la década de los 90. En buena parte esto también fue posible gracias a The Breeders, la otra banda de Kim Deal.

Kim Deal dice adiós

“A pesar de su decisión, siempre la consideraremos como parte de Pixies, y su lugar siempre permanecerá aquí”, dijeron en un comunicado los integrantes restantes de la banda.

Después de lanzar cuatro álbumes, Pixies se separó en 1993. Once años después decidieron reunirse para salir en una gira nostálgica.

Tuve la oportunidad de ver su reencuentro en el festival Coachella. Tocaron antes que Radiohead, y lo primero que dijo Thom Yorke al tomar el micrófono fue que ellos no podrían existir de no ser por la música de Pixies.  

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