Habrá escasez de vino
Un reporte de Morgan Stanley Research, publicado en octubre de este año, predijo lo que para muchos es una catástrofe: se avecina una escasez de vino, a nivel global.
Según los datos de esa empresa, en el 2012 la demanda internacional de la bebida superó a la oferta, aún considerando que la producción de vino, en todos sus tipos, está pasando por un auge.
De hecho, la demanda fue 300 millones de cajas mayor que la oferta el año pasado. Si la tendencia continúa, el precio del vino se elevará de manera acorde.
Ana Paulina ValenciaUn reporte de Morgan Stanley Research, publicado en octubre de este año, predijo lo que para muchos es una catástrofe: se avecina una escasez de vino, a nivel global.
Según los datos de esa empresa, en el 2012 la demanda internacional de la bebida superó a la oferta, aún considerando que la producción de vino, en todos sus tipos, está pasando por un auge.
De hecho, la demanda fue 300 millones de cajas mayor que la oferta el año pasado. Si la tendencia continúa, el precio del vino se elevará de manera acorde.
Pero para calmar un poco las aguas, la Organización Internacional de la Vid y el Vino de Francia (OIV), pronosticó algo distinto, aunque aclaró que los números emitidos por Morgan Stanley eran correctos.
De acuerdo a la OIV, el pronóstico de la empresa no tomó en cuenta que los niveles de producción del 2013 trajeron consigo una mejoría considerable. De hecho regresaron a los del 2006. Los expertos explicaron que esto es un “estado saludable para la industria”.
Felicity Carter, actual editora de Meininger’s Wine Business International, indicó que todo está en la forma de interpretar las cifras.
“Para aquellos en occidente que somos consumidores no habrá escasez de vino”, reiteró.
“La pregunta es si habrá para los consumidores en mercados que son extremadamente sensibles al precio, como partes del este de Europa, debido a que el vino más barato que ellos beben será desviado para aumentar la cantidad de vino que va a los mercados de gran consumo”, enfatizó Carter.
A pesar de esta declaración, reconoció que el cambio climático ha impactado los niveles de producción de vino en el mundo en los últimos años. Pero también manifestó que, por ello, el cambio de precio dependerá de la región de la que el vino provenga.
“La cosecha de Borgoña y la cosecha de Burdeos este año fueron muy pequeñas”, dijo, “probablemente pagarás mucho más por esos vinos”.
Más rápido y mejor
Los amantes del vino no tienen que alarmarse. Por suerte para ellos, un estudio del Departamento de Química Agrícola de la Universidad de Córdoba, en España, culminó en el desarrollo de un método para elaborar vinos tintos dulces de manera más rápida.
Y no solo eso, estas bebidas (que han conseguido hacer con uvas de las variedades Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah) mantienen las propiedades de sabor y color de las producidas con métodos tradicionales, e incrementa sus beneficios antioxidantes.
Para reducir el tiempo de producción, los investigadores se enfocaron en el proceso de secado de la uva. Utilizaron una cámara de diseño especial, con condiciones de temperatura y humedad bien controladas.
Su objetivo fue lograr conservar el color rojo más intenso posible, además de reducir el tiempo y evitar la aparición de hongos, posibles contaminantes.
Y es que “este nuevo proceso permite acortar el periodo de deshidratación hasta que la uva se convierte en pasa, pasando de los habituales siete o diez días a tres”, explicó Julieta Mérida, científica de la Universidad de Córdoba.
“Además, presenta la ventaja de aumentar su efecto antioxidante y el tono rojo de los mostos, y de que es independiente del clima”, agregó.
El siguiente paso será ampliar la variedad de uvas utilizadas, además de probar el proceso de secado en otros frutos rojos, como frambuesas o arándanos, ya sea para aprovechar su capacidad antioxidante o “producir bebidas de baja graduación alcohólica”.