A lo largo de estos dos años, las y los mexicanos han sufrido el impacto económico ocasionado por la crisis de la pandemia de COVID-19. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, las familias gastaron en 2020, 13 por ciento menos que en 2018.
Sin embargo, Daniel Mendoza Ghio, especialista en ciencias económicas de la Universidad del Valle de México, advierte que, tras dos años de pandemia, se prevé que en este 2022 se reflejen los estragos económicos reales ocasionados por la crisis sanitaria, por lo tanto, los mexicanos afrontarán la cuesta de enero y el año más complejo en décadas.
Por ello, Ghio señala que es preciso que los ciudadanos instauren una serie de estrategias en sus finanzas personales, pues, opina, en México hace falta educación financiera y cultura del ahorro; actualmente sólo uno de cada 10 mexicanos hace su presupuesto anual, la mayoría de la población lleva su dinero al día.
Ante estas circunstancias, el especialista de la UVM Campus Zapopan compartió cuatro estrategias que considera necesarias para que las familias mantengan la solvencia y liquidez suficiente durante este año.
Elaborar un presupuesto mensual y anual
“Esto les permitirá identificar sus ingresos, gastos, capacidad de ahorro o inversión y, sobre todo, un presupuesto que les ayudará a identificar los ‘gastos hormiga’ como los cigarros, las papitas, el refresco, etcétera. Es importante considerar en este presupuesto, en la medida de lo posible, un fondo de riesgo o un fondo contra situaciones no controladas, tales como una enfermedad o fallecimiento”
Apretarse el cinturón
“Es necesario considerar sólo los gastos presupuestados sobre todo aquellos servicios básicos, tales como, agua, luz, gas y educación”
No utilizar créditos
“Y si se utilizan sólo en casos muy necesarios, tanto créditos personales como tarjetas de crédito. Este punto es muy importante, ya que la inflación es una situación actual difícil y real, por lo que es probable que las instituciones bancarias suban la tasa de interés, la cual podría incrementar hasta medio punto”.
Armar un plan de pagos de contingencia
“Establecer posibilidades o situaciones que pudieran llegarse a presentar y con ello no poder cumplir con su presupuesto, es decir, procurar adelantarse a algunas situaciones que se puedan presentar y ser previsibles. Por ejemplo, qué pasaría si me quedo sin trabajo, si no recibo cierto bono y lo tenía considerado para pagar una tarjeta de crédito”.