‘Here Comes the Sun’, la canción que liberó a George Harrison de esa tiranía llamada The Beatles
La vida del músico cambió una mañana de abril que decidió no asistir a una reunión financiera del grupo; en vez de eso prefirió visitar a su amigo Eric Clapton y componer una canción llena de amor y esperanza
Roberto TrejoHay momentos que definen la vida de un hombre, George Harrison experimentó el suyo una mañana de abril de 1969. Aquel día soleado el beatle discreto decidió olvidarse de todos sus problemas y simplemente escribió una hermosa canción titulada Here Comes the Sun.
La atmósfera que rodeaba a The Beatles se había vuelto tóxica por aquellos años, llena de peleas, tensiones, distanciamientos y la presencia de un montón de abogados y contadores que intentaban dirigir las finanzas del grupo; atrás había quedado la época en que la música se hacía sólo por gusto.
“Here Comes the Sun fue escrita en el momento en que Apple se estaba convirtiendo en una escuela, donde teníamos que ir y ser hombres de negocios: ‘Firme esto y firme aquello’. De cualquier manera, parece que el invierno nunca termina en Inglaterra, por lo que cuando llega la primavera realmente la mereces”, declaró Harrison años después.
Aquella mañana del 69, George decidió simplemente no presentarse a una de las reuniones del grupo para discutir temas financieros, en vez de eso prefirió ir a la casa de campo de su amigo Eric Clapton; guitarra en mano, los músicos británicos comenzaron a recorrer el gran jardín.
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La canción representó la eventual liberación de Harrison de la tiranía en que se había convertido el cuarteto de Liverpool y la parafernalia mediática y financiera que los rodeaba. Y no sólo eso, Here Comes the Sun demostró, de una vez por todas, que las composiciones de George no tenían nada que pedirle a las de John Lennon y Paul McCartney.
Para la grabación, Ringo Starr y McCartney hicieron una pista de ritmo y ayudaron con los coros, pero la mayor parte fue trabajo de George, quien más tarde añadiría un sintetizador Moog, así como distintos arreglos con guitarra acústica; Lennon no participó en el proceso, pues se estaba recuperando de un accidente automovilístico.
El resultado fue una hermosa canción que habla sobre la salida del Sol y el final del largo y frío invierno, pero que connota un mensaje de amor y esperanza que dice ‘por más largo que sea el invierno, siempre saldrá el Sol de nuevo’, una analogía que se adaptaba perfectamente al proceso de ruptura que enfrentaban los fabulosos cuatro.
Tiempo después de la publicación de Here Comes the Sun como parte del álbum Abbey Road, las constantes fricciones entre los integrantes terminaron por sepultar a The Beatles y cada uno de ellos comenzó carreras por separado; Harrison tuvo una de las más brillantes, pues tanto de su material había sido descartado por Lennon y McCartney, que tenía lo suficiente para armar tres discos.
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“The Beatles nos dio el vehículo que nos permitió hacer mucho más. Comenzamos siendo jóvenes y crecimos atravesando todo aquello, pero llegó un momento en que se volvió sofocante, había muchas restricciones, sabes, tenía que autodestruirse y no me molestaba que cualquiera quisiera irse… yo quería irme. Podía ver un futuro mejor al alejarme de la banda”, señaló Harrison.
A partir de allí, George no dejó de publicar grandes temas alabados por el público y la crítica, el primero de ellos fue My Sweet Lord, la canción que apela a la búsqueda de Dios, cualquiera que sea su forma; Harrison combinó la alabanza judeocristiana ‘Aleluya’ con el Mantra Hare Krishna de la India.
Una vez que Harrison dejo atrás a The Beatles pudo dedicarse a crear su propio arte, a sumergirse por completo en la música de la India y apoyar causas sociales como el mítico concierto por Bangladesh celebrado en el Madison Square Garden en 1971.
Sin embargo, nada de eso hubiese sido posible si George no hubiera decidido olvidarse de sus problemas aquella mañana de abril para componer la esperanzadora Here Comes the Sun; hay momentos que definen la vida de un hombre.