Dicen que la lluvia lava las heridas, pero el dolor permanece como una mancha que no logra irse aunque pase el tiempo y los años.
La calma llega al terminar la borrasca, aunque en los corazones se guarde el recuerdo de un pasado imborrable. Y Miriam sabe lo que fue vivir a través de la incesante tormenta de injusticias que no vio venir y solo le cimbró al pasar.
Lo mismo le ocurrió a Adela, quien en las palabras de Cortázar, no eligió la lluvia que le iba a calar hasta los huesos y que todavía en el presente le carcome hasta la médula de su alma.
“Tempestad” es el relato audiovisual de las dos mujeres que fueron abusadas, no por la mano de un hombre específico, pero sí por la patria que les vio nacer, ya que México les ha dado la espalda con sus instituciones y autoridades gubernamentales que violentaron sus garantías como individuos.
La directora Tatiana Huezo se dio a la tarea de juntar sus testimonios y narrar las historias de sus heridas que hasta la fecha siguen indemnes.
El largometraje tuvo su estreno mundial en la pasada edición de la Berlinale y hoy se estrena en México con la gira de documentales Ambulante. Además espera tener su estreno nacional para 2017.
Miriam: otra presunta culpable
Su vida era como cualquier otra, trabajaba en el Aeropuerto Internacional de Cancún recibiendo a pasajeros foráneos en el departamento de migración pero, el 2 de marzo del 2010, ella y sus 13 compañeros fueron requeridos de manera urgente para presentarse en la Ciudad de México.
Cuando arribaron a la capital del país, fueron presentados ante la PGR acusados de tráfico e internación de personas asiáticas en territorio mexicano y fueron trasladados al poco tiempo a un penal en Matamoros, el cual estaba bajo la jurisdicción de los capos de la droga de la entidad.
Esa es la historia que le tocó vivir a Miriam Carbajal, quien es amiga desde hace más de 20 años de la realizadora con nacionalidad mexicana y salvadoreña.
Huezo se reencontró con Miriam cuando ésta salió del encarcelamiento y después de tratar el tema con suma discreción, Carbajal decidió romper el silencio y contar su verdad.
Adela: tras la risa de payaso
Para dar balance a su película, la directora buscó una historia que fuera un punto de fuga de la narrativa penitenciaria de Miriam y encontró a Adela Alvarado, una madre a quien el 14 de diciembre de 2004 le arrebataron a su hija de 20 años y que hasta la fecha sigue desaparecida.
“Yo quería que el contrapunto de la historia fuera sobre desaparecidos, entonces me acerqué a varias ONG que están trabajando con familiares que tienen a gentes desaparecidas y me entrevisté con varios y así encontré a Adela”, dice Huezo.
Así dio con una mamá payaso que rondaba en las marchas de desaparecidos, Adela, quien a pesar de que su hija sigue ausente, esconde su dolor tras el maquillaje las grutas del desconsuelo.
Tatiana: ensambladora de historias
“Tempestad” fue siempre el título con el que la cineasta quiso nombrar a su testimonial, y para lograrlo tuvo que perseguir las tormentas del Golfo de México durante un año, tarea que tenía dividida con seis meteorólogos distintos.
Las imágenes capturadas con maestría para el documental son montadas y recreadas, Huezo considera que esta libertad creativa no le quita mérito al producto final, ya que lo que importa es contar las historias de las mujeres que viven en incertidumbre de que se resuelva la justicia a su nombre.
“Lo real es absolutamente subjetivo, es una mirada. Para mí esta película y el cine documental es una mirada sobre una realidad. Es una interpretación y una representación de parte del director”, expresa Tatiana, que además considera que para ella “nada es real en una película”.
Logrando la ‘Tempestad’
A pesar de que Adela ha hecho pantomima en su vida, actualmente no vive en el circo, y Miriam ya había salido del reclusorio para cuando Huezo dio con ella, por lo que las miradas que encontramos en “Tempestad” fueron recreadas por parte de la directora.
Fueron 16 horas divididas en cuatro sesiones de entrevista con cada una, grabándolas solo en audio para usarlo como narración y montar sobre sus voces lo que capturó en video, tanto de la vida dramatizada del circo de Adela, como el viaje en autobús de Miriam, reproducido desde Matamoros hasta Tulum.