Se estima que el 80 por ciento de las personas de todo el mundo experimentará dolor lumbar durante su vida, a veces por una distensión muscular o una lesión, pero la gran mayoría, de acuerdo con investigadores de Johns Hopkins Medicine, será especialmente por la edad avanzada.
A dicha conclusión se llegó luego de que los investigadores decidieron realizar experimentos con ratones viejos y genéticamente modificados, con los que demostraron que la gran mayoría de los dolores lumbares en las personas podrían tener su origen en un crecimiento excesivo de nervios sensibles al dolor en el tejido cartilaginoso de la columna vertebral.
Los hallazgos, publicados en la revista norteamericana Nature Communications, podrían ayudar a desarrollar nuevos tratamientos que se enfoquen en el crecimiento anormal de los nervios en la columna vertebral, la cual se caracteriza como una serie de articulaciones, cada una compuesta por una vértebra ósea, un disco espinal y una capa de tejidos blandos llamados láminas cartilaginosas oclusivas, que amortiguan los huesos vertebrales para protegerlos del peso del cuerpo.
“Las láminas cartilaginosas oclusivas son el cojín de un asiento que lo hace más cómodo. Pero, al igual que el tejido similar en las articulaciones de la rodilla y la cadera, sucumbe al desgaste con el tiempo”, asegura Xu Cao, investigador del Instituto de Ingeniería Celular de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
Los especialistas sospechan que los cambios relacionados con la edad en los tejidos que componen la columna vertebral proporcionan un terreno fértil para el crecimiento anormal de los nervios, haciendo que el trabajo de soporte de carga de la columna sea doloroso.
Para estudiar esta idea, analizaron muestras de las láminas cartilaginosas oclusivas de las vértebras de ratones de más de 20 meses de edad, el equivalente humano de unos 70 a 80 años. Los investigadores encontraron que el tejido blando y cartilaginoso de las columnas vertebrales de los ratones se había endurecido y parecía tejido óseo difuso con una estructura similar al queso suizo.
Para el investigador Xu Cao, la estructura porosa de las láminas cartilaginosas oclusivas es una pista importante para entender cómo se desarrolla el dolor lumbar inexplicable. Su equipo planea llevar a cabo experimentos de laboratorio utilizando compuestos que disminuyen el crecimiento anormal del hueso para probar su potencial para tratar el lumbago.