A partir de investigaciones históricas y antropológicas, se editó el libro Estudiar el racismo: afrodescendientes en México, el cual se dio a conocer en el XV Coloquio de Africanías, celebrado en la XXX Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH).
Durante la presentación, la coordinadora del volumen, la doctora María Elisa Velázquez, explicó que el libro es fruto de un proyecto de investigación de más de cuatro años en el que participaron alrededor de 12 expertos, quienes hicieron una especie de genealogía del racismo hacia las personas afrodescendientes en México.
El equipo asegura que prácticamente no existe bibliografía que explique y aborde el tema del racismo hacia este sector de la población, por lo que era importante contar con una perspectiva histórica para comprender cuáles eran las causas, los orígenes y las problemáticas relativas a esta discriminación.
“Existe amplia bibliografía sobre este problema hacia las poblaciones indígenas, pero en lo que respecta a los afromexicanos prácticamente es nula la aportación desde la historia y la antropología acerca del tema”, explica la coordinadora del volumen.
Para Tomás Pérez Vejo, doctor en Historia y especialista en racismo y xenofobia y quien fue invitado a presentar el libro, se trata de un texto que hacía falta.
“Esta es una sociedad convencida de que no es racista pero continuamente utiliza categorías raciales para analizar la vida social, política y cultural; no se vale, en general, de categorías socioeconómicas, ideológicas o de otro tipo, sino que siempre remite a la raza”, opina el también profesor.
Pérez Vejo comenta que el texto “Esclavitud, raza y racismo. Reflexiones y debates sobre africanos y afrodescendientes en la historia de México”, de María Elisa Velázquez, es interesante, porque la autora hace una contraposición entre la historia y la memoria.
“En el escrito relata que, en una encuesta realizada en 2010, con motivo de la puesta en escena La controversia de Valladolid, en la Ciudad de México, para saber lo que sabían los asistentes sobre los afrodescendientes en México, 95 por ciento de los entrevistados, personas de cierto nivel cultural, opinaron que los indígenas fueron esclavos y que los negros provenían de Estados Unidos y de Cuba”, cuenta.
Lo anterior, dice, es una visión aberrante que debe hacer reflexionar sobre el tipo de historia que ha construido el Estado mexicano. Asegura que las memorias colectivas no se forjan de manera espontánea, sino a lo largo de tiempo, a partir de lo que se va relatando.
El libro, dividido en cinco partes, reúne 12 textos, entre los que también destacan: “Del blanqueamiento de Quetzalcóatl a la invisibilidad del cuerpo pintado de negro”, de Rosario Nava Román; “Africanos y afrodescendientes en la literatura mexicana del siglo XIX: de esclavos a mulatos, de mulatos a extranjeros”, de José Luis Martínez Maldonado; y “Racismo y afrodescendencia en la educación básica de México. Libros de texto nacionales y prácticas docentes locales”, de Cristina Masferrer León, entre otros.