Indígenas hasta en los genes

Nadie tiene que decirnos que México es un país lleno de diversidad: en la flora, la fauna, los paisajes, la cultura, la música y hasta la gastronomía. Pero nada de esto sería posible sin el aspecto en el que somos más diversos: la raza, la genética.

Sabiendo esto, el Instituto Nacional de Medicina Genómica (INMEGEN) lleva a cabo del proyecto Diversidad Genómica de la Población Mexicana desde junio del 2005, con el que buscan “determinar variaciones genéticas comunes en la población mestiza, y comparar regiones diferente de México”.

Ana Paulina Valencia Ana Paulina Valencia Publicado el
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Personas fueron analizadas para crear el mosaico del genoma mexicano
La migración a Estados Unidos provoca que en ciertos lugares de ese país haya genomas más variados que en algunos pueblos del propio México
https://www.youtube.com/watch?v=GzPa1jIT7lY

Nadie tiene que decirnos que México es un país lleno de diversidad: en la flora, la fauna, los paisajes, la cultura, la música y hasta la gastronomía. Pero nada de esto sería posible sin el aspecto en el que somos más diversos: la raza, la genética.

Sabiendo esto, el Instituto Nacional de Medicina Genómica (INMEGEN) lleva a cabo del proyecto Diversidad Genómica de la Población Mexicana desde junio del 2005, con el que buscan “determinar variaciones genéticas comunes en la población mestiza, y comparar regiones diferente de México”.

En el 2009 terminó la primera fase, un artículo en el que se delineaba un “Mapa del genoma de las poblaciones mexicanas”, y que capturó toda la diversidad genética que hay en nuestro país.

Ahora, el INMEGEN, junto con la Universidad de Stanford y la Universidad de California en San Francisco (UCSF), publicó una investigación en la que identifica un mosaico de diversidad genética a lo largo de nuestro territorio, y las características biomédicas que distinguen a cada grupo.

Diversidad en todo el territorio

Uno de los hallazgos más importantes fue, precisamente, qué tan diversos somos. El estudio –que analizó a 511 individuos pertenecientes a 20 grupos indígenas, y a otros 500 de 10 estados de la República y de Los Ángeles, California– descubrió que a pesar de que han pasado más de 500 años desde la conquista, el genoma indígena persiste.

El mestizaje y la migración no han conseguido borrar las raíces nativas de los mexicanos. “Nos sorprendió el hecho de que esta composición también se refleja en las personas con orígenes mezclados de áreas cosmopolitas”, reveló Andrés Moreno Estrada, uno de los investigadores. “Oculto detrás de los bloques hereditarios europeos y africanos, el mapa genético indígena parece un mapa geográfico de México”.

Además, se encontró que algunas poblaciones indígenas estaban muy aisladas antes de la llegada de los españoles, y que en ocasiones siguieron estándolo, pues aunque se encontraron mezcladas con genomas europeos, conservaron la carga genética del lugar de origen.

Esto quiere decir que, de manera general, una persona de Yucatán casi seguramente tiene orígenes mayas, mientras que alguien del norte del país tiene características distintas.

De hecho, los expertos aseguraron que los genomas de una y otra población pueden ser tan distintos como los de un pueblo europeo y uno de Asia Oriental. 

Como era de esperarse, esta distribución territorial del genoma no aplicó para los mexicanos que viven en Estados Unidos, ya que los migrantes llegan de todos los estados del país.

Esto quiere decir que Los Ángeles tiene mayor variedad de genes indígenas mexicanos que muchos de los pueblos del propio México, pues en estos últimos predomina el genoma de los nativos de esa zona particular.

Este estudio es el primer análisis realizado en poblaciones mexicanas y, de acuerdo con el INMEGEN, el 50 por ciento de los autores pertenecen a instituciones mexicanas, incluyendo a la Universidad de Guadalajara, la Escuela Nacional de Antropología e Historia y la Universidad Nacional Autónoma de México. 

Genoma distinto, medicina distinta

Las implicaciones de estos hallazgos van más allá de un mayor conocimiento de nuestros orígenes y una revaloración de la presencia indígena en México. De acuerdo con los investigadores, el estudio confirmó que el término “latino” no es suficiente para tomar decisiones de salud pública.

“Los resultados obtenidos son de fundamental importancia para la investigación biomédica en nuestro país, porque se confirma que las variantes genéticas de personas de ascendencia mexicana es única respecto de otras poblaciones”, afirmó Juan Carlos Fernández, primer autor de la publicación e investigador en INMEGEN. Estas variantes tienen influencia sobre enfermedades pulmonares, como el asma o el enfisema.

“Con el estudio nos dimos cuenta de que para clasificar enfermedades también importa qué tipo de ascendencia nativa tienes. En términos de genética, es la diferencia entre un vecindario y el nombre de una calle”, explicó Esteban González Burchard, investigador de la UCSF.

“Esto puede dar forma a políticas públicas sobre salud. Si estás haciendo pruebas en un grupo de niños que tienen riesgo de asma u otras condiciones, quieres hacerlo en un área en la que la frecuencia del gen de la enfermedad es más alta”, afirmó. “Ahora tenemos un mapa de México que va a ayudar a los investigadores a tomar esas decisiones”.

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