Infierno en la tormenta, ¡qué buena película de terror, carajo!

¿Por qué amamos las películas sin una buena dirección, fotografía, actuaciones, música o diseño de producción nos atrapan durante todo lo que duran? ¡Por su excelente guion!

Este es el caso de Infierno en la tormenta (Crawl) de Alexandre Aja, quien ha dirigido películas como El despertar del diablo y Piraña 3D, las cuales se quedan por debajo de este filme muy bien logrado.

Cuando Haley no logra encontrar a su padre, emprende la búsqueda de este a pesar de que haya alerta de huracán categoría 5 en el estado de Florida. Sin embargo, el fenómeno meteorológico parece ser el menor de los problemas cuando los cocodrilos han invadido toda la zona y son altamente peligrosos.

LO MEJOR, SUSPENSO, HISTORIA Y RITMO

Dicen los maestros del guion que una buena historia tiene una meta y un obstáculo como base. Y a partir de ahí, se desenvuelve con las formas de superar los impedimentos que surgen. Pues bien, el cineasta estadounidense entiende esto a la perfección y lo aplica de manera ejemplar.

Sin rodeos y con una historia simple y aterradora, Aja coloca a su protagonista Haley como una nadadora top que ha sido entrenada por su padre y que ahora tiene que rescatarlo.

Este factor es muy importante tanto de la parte sentimental como de la trama. Así, Haley nos colocará en su lugar al lograr empatizar su relación tan fuerte con su padre así como su frustración de quedarse siempre fuera del podio de natación.

El suspenso utilizado con los cocodrilos no hace más que sazonar esto, ya que nos recuerda mucho a la cinta Infierno azul (The Shallows, 2016) en la que su protagonista tiene que sobrevivir ante un tiburón amenazante.

Con guiños constantes a varias películas de terror, como Tiburón (Jaws, 1975), Infierno en la tormenta no solamente nos otorga un suspenso constante sino también sustos imprevisibles que infartan al espectador.

Esta combinación entre suspenso, supervivencia, sustos y diálogos eficaces y sin desperdicio convierte al filme en un excelente thriller que nos mantiene pegados a la butaca.

Todo lo anterior, también, está empapado por una buena fotografía de colores fríos predominantes. Con una ambientación muy difícil para quienes han padecido un huracán, y un miedo terrible para quienes nunca lo han vivido.

De esta manera, la película producida por uno de los maestros del terror, Sam Raimi, se convierte en un disparo certero al corazón con tintes dramáticos, pero sin exacerbarlos. Por lo que, seguramente, se convertirá en un referente en la historia del cine.

LO PEOR, CLICHÉS

Para ser una buena película de terror, Alexandre Aja tuvo que hacer uso de varios clichés del género del terror. Lo que puede llegar a ser desesperante, pero a la vez necesario para la trama.

Celulares que no funcionan, decisiones estúpidas y falsas salidas a veces sí llegan a notarse de un modo exagerado. Aunque los espectadores más conscientes podrán justificar que, como siempre, simplemente se trata de una película en la que todo puede suceder: la magia del cine.

¿RECOMENDACIÓN?

Sin duda alguna recomendadísima. Alexandre Aja se consolida como un maestro al utilizar de una manera magistral los elementos que conforman al género del terror.

Y lo que destaca, sobretodo, es la buena historia esbozada desde el guion que es alimentada por efectos visuales muy correctos, aunque imperfectos. Lo que nos ayuda a engancharnos en este largometraje de principio a fin.

See you later alligator