Viviendo mentiras

El estudio sobre recuerdos falsos pone en tela de juicio la autenticidad de los testimonios de investigaciones forenses, audiencias o tratamientos de terapias, fue realizado por el Departamento de Psicología de la Universidad de Warwick (Reino Unido) y reveló que, alrededor del 50 por ciento de los seres humanos somos susceptibles a creer que hemos vivido cosas que jamás sucedieron.

La doctora Kimberly Wade analizó a un grupo de más de 400 personas, a quienes se les habló de un acontecimiento ficticio de su vida, les pidieron imaginar de manera repetida que ese hecho sucedió.

Fabiola Zurita Fabiola Zurita Publicado el
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53%
de los participantes parecían recordar los sucesos falsos como reales
“El estudio de creencias falsas es importante porque (…) estos recuerdos pueden influir en los comportamientos, intenciones y actitudes de la gente” 
Kimberly WadeDirectora de la investigación

El estudio sobre recuerdos falsos pone en tela de juicio la autenticidad de los testimonios de investigaciones forenses, audiencias o tratamientos de terapias, fue realizado por el Departamento de Psicología de la Universidad de Warwick (Reino Unido) y reveló que, alrededor del 50 por ciento de los seres humanos somos susceptibles a creer que hemos vivido cosas que jamás sucedieron.

La doctora Kimberly Wade analizó a un grupo de más de 400 personas, a quienes se les habló de un acontecimiento ficticio de su vida, les pidieron imaginar de manera repetida que ese hecho sucedió.

Los sujetos de estudio llegaron a recordar hechos falsos como un incidente durante una celebración familiar en la niñez, según explica el portal ABC.es, incluso un 30 por ciento pareció recordar el evento y trató de explicarlo, mientras que un 23 por ciento aceptó el falso suceso y creía que en verdad ocurrió.

Información errónea

El equipo a cargo de la doctora Wade concluyó que puede ser muy difícil distinguir cuándo una persona recuerda eventos reales o falsos, por lo que los resultados de la investigación plantean preguntas sobre la autenticidad de los testimonios de investigaciones forenses, audiencias o tratamientos de terapias.

“En este tipo de circunstancias, las personas suelen repetirse una y otra vez ‘los hechos’, que crean una ‘sensación’ de haberse vivido”, afirma Wade.

Además, sugiere que parte de la memoria colectiva de un grupo de individuos o de la sociedad podría ser incorrecta, debido a información errónea en las noticas.

“Descubrir que una gran parte de las personas son propensas a desarrollar creencias falsas es importante porque sabemos de otras investigaciones en las que distorsionar los recuerdos puede influir en los comportamientos, las intenciones y las actitudes de la gente”, puntualizó Wade.

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