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Inmunes al maní

Así como las enfermedades cardiovasculares, la obesidad y la diabetes se han disparado a nivel global en los países industrializados y en vías de desarrollo, las alergias también se han convertido en una epidemia global. 

Si bien se suele hablar sobre padecimientos como el asma y la rinitis, son las alergias cutáneas y a los alimentos las que cada vez más están afectando a personas en el mundo, particularmente los niños. 

Así como las enfermedades cardiovasculares, la obesidad y la diabetes se han disparado a nivel global en los países industrializados y en vías de desarrollo, las alergias también se han convertido en una epidemia global. 

Si bien se suele hablar sobre padecimientos como el asma y la rinitis, son las alergias cutáneas y a los alimentos las que cada vez más están afectando a personas en el mundo, particularmente los niños. 

Especialmente en el caso de las alergias alimenticias, los hallazgos de recientes investigaciones enfocadas en prevenir que los pequeños desarrollen alergia al maní apuntan a cambiar las pautas de salud pública. 

Por años el sentido común, aunado a las recomendaciones de alergólogos y pediatras, invitaron a respetar la lógica de que para evitar el desarrollo de alergia al cacahuate, se debía evitar el consumo del mismo  en los primeros años de vida. Ahora se está planteando al revés. 

En agosto, la Academia Americana de Pediatría y la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología, entre otros grupos internacionales, publicaron un comunicado en Pediatrics en el que apoyan una nueva directriz: desde antes de los 12 meses de edad, exponer a los bebés con alto riesgo de ser alérgicos al maní a alimentos que contienen dicho fruto. 

Sin embargo, en el caso de los lactantes, estos deben someterse a una prueba de alergia antes de ser expuestos a productos con cacahuate. 

El reporte anterior responde a un estudio publicado en New England Journal of Medicine, en el que investigadores del King’s College de Londres demuestran que a los bebés de tan solo cuatro meses –que se sabe corren alto riesgo de desarrollar alergia al cacahuate dado a que padecen o han sufrido dermatitis atópica severa o eczema y/o por ser alérgicos al huevo– que fueron expuestos a alimentos con cacahuate tres veces por semana eran menos propensos a desarrollar alergias al maní que los bebés que los evitaron por completo. 

Alergias por ‘falta’ de cacahuate

Incluso los investigadores del llamado estudio Leap (siglas en español de Aprendizaje Temprano Acerca de la Alergia al Maní) se atrevieron a decir que una parte del aumento de las alergias al cacahuate en niños responde al hecho de que a éstos se les ha privado dicho alimento desde temprana edad. 

Esto, aunado a los cambios en la dieta occidental hacia alimentos más procesados, y nuestra obsesión con la higiene.

En 2013 aludimos en este espacio a la llamada “hipótesis de higiene”, la cual plantea que el aumento de vacunas, uso de antibióticos, la pasteurización y demás técnicas de esterilización y medidas de higiene excesivas limitan la exposición temprana a los patógenos. 

Y es que el contacto con bacterias y otros agentes infecciosos a temprana edad es clave para mejorar la respuesta del sistema inmunitario a largo plazo.

Según reportó el diario británico The Guardian, se espera que otro estudio que se completará este año revele si el consumo a temprana edad de otros alimentos, como el huevo, la leche, el pescado, trigo y sésamo también puede evitar el desarrollo de alergias a los mismos en niños. 

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