Inteligencia peligrosa
Un gran cerebro en los mamíferos ayuda a su disposición por la innovación y flexibilidad de comportamiento, así como a enfrentar nuevos retos.
No obstante, los acelerados cambios en el ambiente causados por el ser humano, como el calentamiento global, pérdida de hábitat y sobreexplotación de las especies, demandan que los mamíferos se adapten más rápido a las nuevas condiciones y es allí donde su cerebro los deja en desventaja.
Un gran cerebro en los mamíferos ayuda a su disposición por la innovación y flexibilidad de comportamiento, así como a enfrentar nuevos retos.
No obstante, los acelerados cambios en el ambiente causados por el ser humano, como el calentamiento global, pérdida de hábitat y sobreexplotación de las especies, demandan que los mamíferos se adapten más rápido a las nuevas condiciones y es allí donde su cerebro los deja en desventaja.
Esto se debe a que demanda un mayor gasto energético y termina por limitar la capacidad de respuesta reproductiva por parte de la especie animal ante los cambios de su entorno, más si son drásticos.
Y así, como una gran actividad cerebral los hace evolucionar, también los vuelve más vulnerables y los acerca a la extinción.