Jaime López y la soledad
El compositor e interprete presentará Ciudad a Solas, monólogo escénico a cuerpo, voz, guitarra y armónica, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, con el que celebrará 50 años de vivir en esta ‘ciudaDFrontera’
José Pablo EspíndolaEl teatro, a veces descarada- mente y otras no tanto, ha marcado el trabajo del compositor e intérprete Jaime López, quien dice que por el año 71, “de un siglo que ya pasó o no deja de pasar o está muy pasado”, ya no había de dónde agarrarse, al menos acá en la Ciudad, por lo que lo teatral fue como una tabla de salvación para él en una especie de naufragio.
“La verdad sí me dio otra perspectiva de la composición en cuanto a la canción, y siempre hay mucho del teatro en lo que hago, no sólo en las rolas mismas, sino en cómo las voy alineando para formar un programa que siempre pretende ser dramático, en el sentido de la dramaturgia”, explica el músico mexicano, en entrevista con Reporte Índigo.
Jaime López pisará el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris el sábado 13 de julio, pero ahora lo hará solo, por lo que ofrecerá un espectáculo con un giro más teatral. Ciudad a Solas es un monólogo musical, con el que celebra 50 años de vivir en esta “ciudaDFrontera”.
“Hace muchos años, casi recién llegado al DF, a esta ciudaDFrontera, vi a Marcel Marceau, y la verdad ver a un hombre solo y mirar su cuerpo y su alma llenar un escenario fue una motivación para decir ‘tienes el cuerpo como motor principal, además la música, muchas canciones, así como el ritmo, vas logrando una melodía, consigues una letra y si le pones algo de armonía parece que comienza a caminar’”, comenta el compositor.
El nombre del espectáculo Ciudad a Solas es porque mucho de lo que le ha dado la capital de este país a López le ha permitido apreciar la soledad, y considera que a partir de vivir la multitud, para bien y para mal, la soledad siempre lo recarga de pila y le permite vivir aun mejor en esa multitud.
“Hay que ver si esa multitud contiene individuos, que para mí es el reto, porque las multitudes diluyen la individualidad, la cuestión política, artística e incluso la musical. Ese ha sido el reto de vivir en esta ciudad que me ha hecho apreciar la soledad y se ha convertido en mi compañera fiel”, dice Jaime.
Para el compositor, esta Ciudad siempre gana y su encanto radica en el caos que habita en ella, porque a partir de eso viene la creación. Dice que tiene la habilidad de que cada ciudadano la transforme y la haga suya, pero lamenta que, a veces, hay cosas que desaparecen y como dijera una vez Groucho Marx “yo vengo de un tiempo que tal vez ya ni existe y es probable que ahora yo mismo no exista”.
Con alma de artista
Jaime López ha dejado huella en la industria disquera a través de su trabajo, sus composiciones han sido interpretadas por artistas como Cecilia Toussaint, Botellita de Jeréz, Astrid Hadad, Tania Libertad, Betsy Pecanins y Café Tacuba. En su discografía se encuentra la creación de 20 discos y más de 10 colaboraciones; sin embrago, también ha incursionado en el teatro, el periodismo, el cine, la danza, el doblaje en cine y la escritura.
“Es curioso que hacer canciones me ha llevado a otro tipo de quehaceres, pero es precisamente eso lo que me ha empujado, lo demás es riesgo, pero si no arriesgas no sabes de que está hecha la realidad, porque yo parto de que soy irrealidad. Uno propone, la realidad dispone”, opina el compositor.
López asegura que la irrealidad que es él, con la realidad que está afuera sacan chispazos que algunos llaman petulantemente momentos creativos y en uno de esos lo llamaron, porque les parecía interesante su voz para hacer una colaboración con Disney en El libro de la selva 2 para uno de los papeles protagónicos.
“En ese momento estaba muy verde, pese a que ya era cuarentón; sin embargo, dije ‘va’, siempre quise hacer doblaje cuando veía a Víctor Alcocer, al Tata Arvizu, cuando el doblaje era todavía más creativo en México. Me llamaba mucho la atención oír a Herman Munster y mucho de lo que decía obviamente eran ocurrencias mexicanas; entonces, cuando se me concedió ese deseo no empecé con el papel protagónico, sino curiosamente con el de un changuito rapero”, cuenta el intérprete.
Esa primera participación fue para López un gran papel, después de eso vinieron más doblajes, lo que le permitió aprender sobre la marcha. Dice haber gozado el participar en Vacas Vaqueras, hacer al Maestro Raya en Buscando a Nemo, pero sobre todo haber doblado a Mickey Rourke en Sin City.
“Ya de encajoso, porque te dan la mano y te agarras la pata, realicé versiones a nuestro idioma de canciones, por ejemplo, de La princesa y el sapo”, platica.
El momento de Jaime López
Cuando a Jaime López le preguntan qué edad tiene, a manera de chiste el contesta “9, 8 ,7, 6, 5…”, pero asegura que ahora se encuentra en una etapa de relax, sin perder tensión, por ello sigue animándose a salir y aventarse a un escenario, porque le gusta estar en esa frontera, entre la locura y la cordura, la ebriedad y la sobriedad, la letra y la música, pues son las cosas que le apasionan.
En Ciudad a Solas, que se presentará el sábado 13 de julio, a las 19:00 horas, en el Teatro de la Ciudad, el público encontrará a un Jaime López integral, con esa parte visceral, con la del corazón y el cerebro que conforman al rock.
En el programa convivirán, a través de las canciones, el niño y el adolescente que fue, con el adulto y con el casi viejo que ya es.
El trabajo de la 4T
Uno de sus principales lemas en su escudo de armas es “creo en todo, pero nada me convence”, por lo que el artista opina que nadie va a hacer por ti lo que tú no hagas.
“Desde luego que todos los gobiernos tienen una forma de control político a través de la cultura, incluso en el mundo de la diversión, el problema es cuando uno no tiene claro qué es arte y qué es entretenimiento, entiendo que mi razón social o laboral es ser un entretenedor, si por añadidura aporto algo a la cultura, ya es ganancia, pero a veces pagando tus impuesto pagas un país de primer mundo y que te den uno de cuarta, pues es un cuatrote, no una 4T”, señala Jaime López.
La esencia del rock
Para Jaime López el inicio del rock es totalmente visceral, pero en su desarrollo ha ido ganando partes del cuerpo, como el corazón y el cerebro; entonces, “el problema es que a esa rebeldía, a la cual se le llama contestatario, más bien está inconexa o fragmentada y a veces uno sólo se queda en la etapa visceral o en la etapa cursi del corazón o en la presuntuosamente intelectual”, dice el cantante.
Chuck Berry representa las entrañas del rock and roll; las del corazón, dice López, son The Beatles, y Frank Zappa la intelectual, y luego viene, ya hacia los 70, los que combinaron todas esas zonas corporales, metafóricamente hablando, e hicieron un rock de rebeldía más integral.