A pesar de que el jazz comenzó entre la comunidad afroamericana a finales del siglo XIX, en Nueva Orleans, Estados Unidos, este modesto inicio del género musical ha crecido en todas partes del mundo, convirtiéndose en un estatus de élite y de difícil acceso para quienes desean escucharlo.
En México, la entrada a un recinto de jazz puede oscilar entre los 150 y 500 pesos, más los consumos en alimentos y bebidas por un espectáculo de dos horas; sin embargo, un show de Eddie Schwarz, por el precio de preventa de 400 pesos, ofrece una tarde llena de música al aire libre en una de las colonias de más tradición en la Ciudad de México, Polanco.
El Festival Internacional de Jazz llegará a su onceava edición, ahora en su versión de otoño, para invitar a la ciudadanía el 7 y 8 de noviembre al Teatro Ángela Peralta y presenciar lo mejor de este ritmo en el país con invitados de distintas latitudes.
“Lo que queremos es que la gente joven se familiarice con el jazz. ¿Por qué va a ser elitista si viene desde las clases más bajas? (…) Cada vez hay más chavos que vienen al Festival y no nada más vienen a escuchar algo de música, sino son cinco horas en las que convives con gente de todas las edades”, agrega Schwarz, quien fundó la muestra musical en 2013.
Además, el músico comparte que la gran mayoría de los visitantes ni siquiera pertenecen a Polanco, sino que provienen de otras partes de la ciudad, lo que le quita el mote de clasista a la cultura del jazz.
Schwarz ha levantado este Festival desde la iniciativa privada, con patrocinios de compañías de audio y productoras de eventos. Observa que tanto en el gobierno actual como en el pasado, ya sea federal o local, el interés para impulsar este tipo de eventos sigue siendo neutro.
“Creo que hay el mismo (interés), no alcanza y no invierten el dinero donde va, eso pasa en todo y no importa el gobierno que haya sido, al menos yo no me voy a quedar a esperar qué sucede, hago mi esfuerzo (…) Buscamos patrocinios demostrando lo que hacemos y creyendo que hay marcas que les puede interesar exponer su producto en este tipo de eventos”, platica.
Boletos de acceso libre
Cualquiera puede acercarse al Festival Internacional de Jazz de Polanco, ya que los niños entran gratis (hasta los 12 años), además de que a través de la alcaldía Miguel Hidalgo se darán cortesías a la ciudadanía.
“Con la alcaldía regalamos boletos a gente de escasos recursos, se da cerca del 40 por ciento de la taquilla y apoyamos a gente de todo tipo, a jóvenes sobre todo, necesitamos que ellos tengan cultura”, explica Schwarz.
Lo imperdible del festival de jazz
Eddie Schwarz comenta acerca de los talentos distinguidos que este otoño se encontrarán en el marco de la muestra musical de jazz, teniendo músicos provenientes de Irlanda, Venezuela, Estados Unidos y más.
Sábado 7 de diciembre
- Jazz Dream Team
- Cuba – México
Ricardo Benitez viene desde su natal Cuba para presentarse como flautista y ser acompañado por su paisano Gabriel Hernández en el piano, el bajista Rodrigo Castelán y Enrique Nativitas en la batería.
- Fat Mojo Band
- Puebla
Resaltando el funk, soul y R&B, llega el quinteto fundado en 2016 que actualmente promociona su sencillo “Para variar”, además de que el 20 de diciembre lanzarán su nuevo disco La Furia y la Calma.
- Iván Barrera Quartet
- México
Bajista, violinista y compositor de la Ciudad de México, el cuarteto de Iván Barrera será el encargado de cerrar la primer noche del Festival de Jazz, para presentar sus aptitudes en el funk, fusión y rock.
Domingo 8 de diciembre
- Chacho Gaytán Trio
- México
Reconocido por su trayectoria como tecladista en el dueto de los 90 Sentidos Opuestos, Chacho Gaytán dejará ver su faceta en el jazz, la cual lleva años practicando y es fuera de lo habitual a su lado pop.
- Alex Mercado, Rob Duguay & Friends
- México – Nueva York
El pianista mexicano Alex Mercado hace dupla con el contrabajista estadounidense Rob Duguay, además de tener invitados especiales en el escenario.
- 5o Elemento
- México
Cumpliendo 20 años de trayectoria, el quinteto capitalino clausurará la onceava edición para repasar a sus discos Swing for one note (2010), Cambio de estación (2014) y Los fuegos de San Telmo (2016), entre otros.