“¿Ya se te acabaron las ideas?”, es lo que le pregunta el hijo adolescente a Juan Pablo Villalobos, apenas en la tercera página del libro Peluquería y letras, porque, el escritor comienza hablando en primera persona y describiendo su vida en Brasil, para después revelar que tiene la grandiosa idea de autodescribirse en este nuevo volumen, como un personaje más, y también a su familia entera.
Villalobos -en la trama- le describe al adolescente su justificación del porqué esta sería la forma de una idea, para hacer un nuevo libro, a lo que su hijo le rebate y pregunta: “Pero ¿entonces de qué se va a tratar el libro?” y él responde: “De la felicidad”.
Con esta premisa arriesgada y también irreverente, es que comienza la autoficción de Villalobos en el ejemplar mencionado, Peluquería y letras, ya disponible por editorial Anagrama, y del que el autor explica que hay parte de ficción, pero también de realidad.
“Hay cosas que provienen de experiencias, obviamente, no sucedieron como están contadas, están exageradas, ficcionalizadas para que funcionen y conecten con otras partes del libro, pero diría que es mi libro más autobiográfico, que el narrador está más cerca de quien soy yo, no sólo por utilizar el nombre, sino por cómo mira el mundo”, expresa Villalobos, en entrevista con Reporte Índigo.
Actualmente, el escritor vive en Barcelona y se encuentra de visita en México para promocionar el ejemplar, el cual, considera, ni siquiera pertenezca al género de la novela, sino que es un experimento que va más allá de las convenciones tradicionales de la literatura.
“Esta es una novela-trampa, no sé si es una novela, hay una parte de ahí que es bastante crónica, en función, a veces, como ensayo, es muy digresiva de pensamiento, me interesan ahora esas formas que salen de la idea convencional, de la idea canónica de la novela”, argumenta el autor nacido en Guadalajara.
Villalobos comenta que, al observar la realidad y estar atento a los demás, se atrevió a hacer de Peluquería y letras una concatenación de sucesos, en donde explica cómo son las atmósferas que ha ido habitando, tanto en España como Brasil, y los personajes irreales que surgen de la cotidianidad que le ha tocado presenciar.
“Yo encuentro que para escribir hay que estar en el mundo, hay que salir a encontrar las ideas. ¡A mí me da pavor pensar en que me ofrezcan una cabaña en medio de la montaña para escribir mi gran libro! ¿Y de qué voy a escribir yo solo ahí encerrado sin contacto con nadie? No, las ideas están en el contacto del mundo”, describe el autor.
A través de su narrador -que es él mismo-, Villalobos quería explorar a fondo la idea de una meta-narración, meta-ficción o meta-realidad, esto es una inspiración que viene de Ricardo Piglia, quien en sus diarios decía que tenía que vivir para poder escribir.
Conecta con el autor
https://twitter.com/VillalobosJPe
https://www.instagram.com/villalobosjpe