Kiss en Domination México: así se hace un maldito show de rock and roll

La banda hizo que la gente coreara, de principio a fin, todas y cada una de sus canciones forjadas en más de 40 años de carrera
Roberto Trejo Roberto Trejo Publicado el
Comparte esta nota

Kiss puede ser una banda con muchos defectos, por ejemplo, que se preocupa más por lo comercial que por lo artístico, que vive encasillada en sus éxitos del pasado y que hace tiempo no lanza un disco sobresaliente; pero nadie puede negar que los neoyorquinos saben cómo dar un maldito show de rock and roll.

La noche del viernes 3 de mayo, en el festival Domination México, la banda que ha dado la vuelta al mundo, decenas de veces, con los rostros pintados, dio una cátedra del porqué es denominada, sin mayor problema, leyenda viviente del rock y el heavy metal.

Gene Simmons, Paul Stanley, Tommy Thayer y Eric Singer parecían llegar a casa al subir al escenario, ubicado en la Curva 4 del Autódromo Hermano Rodríguez. Y es que si algo le sobra a la agrupación en territorio mexicano son integrantes de la llamada Kiss Army.

Fieles a su pasión por lo espectacular y la parafernalia, los músicos aparecieron ante la mirada de miles de melómanos suspendidos sobre el escenario, mientras descendían en una especie de plataformas; la canción seleccionada para abrir fue la poderosa Detroit Rock City del álbum Destroyer de 1976.

Luego de ese momento, el concierto se transformó en un fiesta de generaciones a la que asistieron adultos, jóvenes, adolescentes, niños y, claro está, familias enteras. Nadie quería perderse a Kiss en lo que presuntamente fue su última presentación en la Ciudad de México (CDMX).

Simmons y Stanley convirtieron al público de Domination México en un tsunami de voces que coreaba, de principio a fin, canciones como Deuce, Shout It Out Loud, Lick It Up, Firehouse, Do You Love Me y I Love It Loud, entre muchas otras del extenso repertorio que comenzaron a edificar desde 1973.

La ventaja de los temas de Kiss es que, debido a la alta rotación que históricamente han tenido en las grandes cadenas de radio y televisión, las personas que no son tan fanáticas pueden identificarlas y corearlas sin mayor esfuerzo posible; lo cual aumenta la calidad del espectáculo.

El concierto contó con todos los elementos que debe poseer una presentación de Kiss: gran ejecución técnica, inagotables recursos visuales, explosiones, fuegos artificiales, pelotas gigantes volando sobre el público, confeti, Simmons escupiendo sangre y fuego, así como un gran despliegue tecnológico.

Sin embargo, fue la tecnología la que echó a perder el momento estelar de Stanley, quien había prometido que cantaría una canción desde una tirolesa que lo llevaría sobre y en medio de los asistentes. Sin embargo, el recurso falló y el vocalista tuvo que pedir disculpas.

Para que el público lo perdonara, Stanley hizo uso de una carta infalible en territorio mexicano y comenzó a tocar las primeras notas de I Was Made for Lovin’ You; la canción con la que millones de mexicanos han decidido entrarle al hard rock de la banda.

Kiss no quedó a deber ninguno de sus temas más clásicos, pues en el cierre del concierto interpretó piezas como 100, 000 Years, Psycho Circus, God of Thunder, con un Simmons que regresó a las alturas, así como Beth y Love Gun.

Para el cierre del Domination México, la banda eligió su pieza más popular, que aparece en comerciales y juegos de video; hablamos de la infalible Rock and Roll All Nite.

Fue así que Kiss se despidió, con toda la energía que los caracteriza, del público de la CDMX, que por años ha llenado cada uno de los recintos donde se presenta el grupo.

Sin duda, Kiss sabe cómo dar un maldito show de rock and roll.

Y los otros headliners

Otra de las bandas principales fue Limp Bizkit, la cual fue bastante entretenida para todo aquel que no la tomó con mucha seriedad. Además que Fred Durst y compañía decidieron montar un enorme karaoke en la pantalla ubicada al fondo del escenario para que la gente cantara de principio a fin.

Mientras que Slash y Myles Kennedy ofrecieron un buen show, pero que no logró a despertar a los miles de fanáticos presentes; sólo cuando interpretó Night Train del disco Appetite for Destruction. Tampoco les ayudó que la gente estuviera impaciente por ver a Kiss.

Slash Domination

Organización

Respecto a la logística del festival, no hubo mayores problemas, la gente comió y bebió, vio algo de cine, pudo subirse a juegos mecánicos y en ningún momento se percibió la sensación que alguna situación pudiera salirse de control.

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil