Nació en un pequeño pueblo de Italia y con 94 años de edad, Emma Morosini se ha convertido en la peregrina caminante con mayor vitalidad del mundo.
Exenfermera italiana, Emma ha dedicado los últimos 23 años de su vida a peregrinar en diferentes países hacia los santuarios sagrados de la virgen que existen en todo el mundo.
Con un recorrido que realiza a pie saliendo de diferentes lugares del mundo, la mujer agradece a la virgen haberla ayudado en una importante cirugía que tuvo a los 67 años de edad, además de realizar en cada sitio al que llega, plegarias para los jóvenes y las familias.
Ferviente creyente de la virgen, Morosini ha visitado diversos santuarios como el de dedicado a la Virgen de Lourdes, en Francia. El de Fátima, en Portugal; el de Siracusa, en Italia; el de Aparecida, en Brasil; el de Pontmain, en Francia; el de Czestochowa, en Polonia; el de Santiago, en España; el de Jerusalén, en Israel; el de Luján, en Argentina; entre otros.
En estos días Morosini se encuentra en México para cumplir su tradicional manda de caminar los más de mil kilómetros que separan Monterrey de la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México. Es un recorrido que ha realizado varias veces en los últimos 20 años.
Al día de hoy, “La abuela peregrina” lleva recorridos en el país más de 400 kilómetros de caminata que comenzaron en tierras regias hace aproximadamente 4 semanas.
Durante el trayecto, la mujer italiana, con residencia en Argentina ha sido auxiliada por Protección Civil del municipio de San Luis Potosí y paramédicos de la Delegación de La Pila, quienes la acompañaron mientras caminaba por la Carretera federal 57 rumbo a Querétaro, ciudad a la que espera llegar este sábado.
“Yo camino sola, rezando, con un carrito donde guardo el pan y el agua. Pero en el camino me encuentro con tantas personas maravillosas que optan por caminar un tramo de la ruta conmigo”, ha expresado a diferentes personas y medios internacionales Emma.
Aunque la mujer italiana tiene una complexión física pequeña, se pone sus zapatillas deportivas, anteojos de sol, un gorro y un chaleco reflejante color naranja para ser vista por los conductores en las carreteras y continúa su trayecto hasta el destino final.
Autoridades que la han auxiliado durante el camino han expresado que la edad de Emma no es un factor de riesgo, pues “la abuela peregrina” goza de una maravillosa actitud y una gran condición física.
Quienes la han visto, saben que Emma Morosini empuja un pequeño carrito en el que lleva pan, agua y leche en polvo para mantenerse con energía, además de consumir algunas frutas y comida que le brindan a cada lugar al que logra llegar.