La ‘antiFacebook’

El encanto de la protección de datos se hizo claro cuando, hace solo unos días, Apple y Google tuvieron una pequeña competencia por probar quién puede proteger más a sus clientes. Y ahora, la lucha podría haber llegado a las redes sociales de la mano de “Ello”, una nueva plataforma que se describe como “el antiFacebook”.

Ana Paulina Valencia Ana Paulina Valencia Publicado el
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El encanto de la protección de datos se hizo claro cuando, hace solo unos días, Apple y Google tuvieron una pequeña competencia por probar quién puede proteger más a sus clientes. Y ahora, la lucha podría haber llegado a las redes sociales de la mano de “Ello”, una nueva plataforma que se describe como “el antiFacebook”.

“Ello” se volvió viral hace unas semanas, y por ahora solo se puede crear una cuenta tras recibir una invitación. Su popularidad ha aumentado a una velocidad tal, que usuarios tempranos están ofreciendo enviar invitaciones a cambio de dinero: hasta 500 dólares por invitación, para ser precisos.

 La página de inicio contiene el manifiesto de sus creadores, y dice que “tu red social pertenece a los anunciantes”, refiriéndose a Facebook.

“Creemos que hay una manera mejor. Creemos en la audacia. Creemos en la belleza, simplicidad y transparencia. Creemos que las personas que hacen cosas y las personas que las usan deben ser un equipo”, afirma el texto. 

“Creemos que una red social puede ser una herramienta de empoderamiento. No una herramienta para engañar, coaccionar y manipular –un lugar para conectarse, crear y celebrar la vida”.

El manifiesto cierra con una declaración crucial: “No eres un producto”.

La plataforma online en sí es, como menciona el texto, muy limpia. La paleta de colores es solo blanco y negro, y permite a sus usuarios compartir actualizaciones de estado e imágenes, así como comentar en las publicaciones de sus amigos.

Todo sin incluir anuncios que obstruyan la experiencia de socializar, su fin principal.

Sin embargo, expertos piensan que el modelo de “Ello” no es sostenible, ya que conforme aumente el número de usuarios, y por el momento reciben hasta 30 mil solicitudes de invitación por hora– necesitarán más infraestructura, empleados y servidores… y todos estos elementos cuestan dinero.

Por ello, se predice (y teme) que “Ello” comience a cobrar por el servicio –a cobrar por la privacidad– y que tenga que desaparecer si estos no están dispuestos a hacer el gasto. 

El cerebro tras ‘Ello’

Paul Budnitz es, ante todo, un artista. Pero para financiar su arte tuvo que convertirse en emprendedor, y lo hizo muy bien.

Su primera pasión fue la programación y cuando fue el momento decidió estudiar Física en Yale. Poco después se cambió a Arte y comenzó a vender camisetas de seda e importando ropa vintage. Todo para subsidiar los filmes artísticos que realizaba.

Una serie de negocios siguieron y, asegura en un perfil de Wired, cada uno de ellos recibía la misma crítica: “estás loco”.

“Esa es la reacción usual para todo lo que hago”, dijo a la publicación.

Y sin embargo, sus iniciativas han sido exitosas –y mucho. Kidrobot, empresa de juguetes diseñados por artistas callejeros (amigos de Budnitz), de edición limitada y destinados para adultos, han atraído a coleccionistas como Pharrell Williams, y ha hecho colaboraciones con los creadores de “The Simpsons” y “South Park”.

Budnitz Bikes, una marca de bicicletas de lujo fabricadas con titanio, tiene productos desde los 2 mil dólares, y se extendió hasta tener una línea de accesorios que incluye termos y camisetas.

La inspiración para “Ello”, otra empresa en la que pocos creen, surgió cuando Paul vio un anuncio en Tumblr, y se dio cuenta de que “el Internet se ha convertido en un gran panorámico”.

¿Su esperanza? Que las redes sociales sean redes sociales, y no plataformas de publicidad.

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