A poco menos de dos horas de la Ciudad de México se encuentra en el pueblo mágico de Tepotzotlán, Estado de México, Arcos del Sitio, considerado en su momento como el acueducto más alto del mundo.
La vista que ofrece el originalmente llamado Acueducto de Xalpa, no tiene igual; cada uno de los 43 arcos forman un cuadro que enmarca la apacible naturaleza que rodea el lugar, desde flores, un pequeño arroyo que corre debajo de los arcos, nopales, y un cielo despejado que contagia serenidad.
El Acueducto de Xalpa fue dirigido por los padres Pedro Berinstáin, Pedro Sobrino y Santiago Castaño, y quedó inconclusa debido a la expulsión de los jesuitas en 1767.
La obra arquitectónica hidráulica fue construida a principios del siglo XVII, y se encargaba de llevar agua del río del Oro hasta su Hacienda de Xalpa.
En 1854 fue terminada por órdenes del heredero de la hacienda, Don Manuel Romero de Terreros, tercer conde de Regla.
