La ciencia ante los fenómenos naturales

[kaltura-widget uiconfid=”39952882″ entryid=”0_nqmhbu3u” responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /] Con el objetivo de dialogar sobre algunos de los grandes problemas de México, así como de los retos y oportunidades que la sociedad debe enfrentar y asumir para hacer un mejor país, se llevará a cabo el 3er. Encuentro Libertad por el Saber, en E l Colegio Nacional.

Más de 30 investigadores, del 14 al 21 de octubre, discutirán desde diferentes perspectivas 13 grandes problemas que son realidades del México actual. Una de las ventajas de El Colegio Nacional es que sus miembros cubren una amplia parte de investigación, ciencias exactas, naturales, salud y arte, lo que permite mostrar una riqueza de conocimientos.

Una de las mesas iniciales será Riesgos y peligros. Prevención y mitigación, en la que se abordarán temas relacionados con los fenómenos naturales como sismos y erupciones volcánicas; además de fenómenos hidrometeorológicos como tormentas, huracanes y sequías, que afectan a la población y constituyen riesgos que tienen que ser trabajados por diferentes programas de mitigación y prevención.

En la mesa participarán el doctor Jaime Urrutia Fucugauchi, miembro de El Colegio Nacional y académico de la UNAM; la doctora Irasema Alcántara Ayala, del Instituto de Geografía de la UNAM; el doctor Gabriel Auvinet, del Instituto de Ingeniería, de la UNAM y la doctora Xyoli Pérez Campos, jefa del Servicio Sismológico Nacional.

“Este interés también se extiende a las autoridades en temas como los de protección civil. Creo que es una muy buena oportunidad de abordarlos, discutirlos y tratar de resolver las inquietudes y ver cuáles son las preguntas que tienen los que asistan”, explica Urrutia Fucugauchi.

El miembro de El Colegio Nacional, durante su participación, hablará ampliamente sobre lo que representan los fenómenos geofísicos, cuáles son los programas internacionales que existen, los grupos de trabajo dentro del panel de interacademias de Ciencia, Ingeniería y Medicina. También hará un balance de cuál es la situación en general del país y cuáles son los retos que se enfrentan en México.

“Creo que debemos de abordar todos estos riesgos en la medida de las capacidades, el país presenta riesgos distintos en las diferentes regiones. Por ejemplo, la parte de los sismos está más en el sur del país, al margen del Océano Pacífico, pero sus efectos se pueden sentir en el Centro. Zonas como la Ciudad de México son particularmente vulnerables, debido a la amplificación de las ondas sísmicas; en el caso de los temblores del año pasado tuvimos uno en la zona de Chiapas que fue en la parte de subducción, pero tenemos también el que ocurrió más cerca de la Ciudad de México y cuyos efectos los pudimos notar. Entonces, los riesgos y peligros requieren de tener un mayor estudio para definir cuáles están asociados a las diferentes regiones del territorio nacional”, señala el académico de la UNAM.

Además están los riegos hidrometeorológicos, como inundaciones, tormentas y huracanes que afectan a zonas muy específicas, por lo cual es urgente tener una mayor información y hacer más investigación que permita poseer conocimiento para poder enfrentarlos.

La parte de los riesgos asociados a las sequías afectan a ciertas regiones en el norte del país, que son más vulnerables en comparación con la parte sur, en donde el problema son las inundaciones.

En los últimos años, ha habido ejemplos muy claros que refuerzan la importancia de tener programas fuertes de prevención y mitigación.

El poder de la ciencia

En Guerrero, específicamente entre Acapulco y Papanoa, se extiende la famosa Brecha Sísmica, un segmento de la zona de subducción mexicana donde no ha ocurrido un sismo superior a magnitud 7, desde hace 106 años.

Además, al este del segmento existe otro igualmente grande, donde se generó el sismo de 1957 que tiró al Ángel de la Independencia; por lo que está latente la posibilidad de que ocurra un sismo mucho más grande de los que se tienen conocimiento.

Un temblor en esa zona del país tardaría en sentirse en la Ciudad de México menos de 80 segundos y sería más destructivo que el de 1985.

Esa situación hace que científicos estén realizando esfuerzos muy grandes para entender cómo se comporta ese segmento y así poder postular escenarios de ruptura plausibles que pudieran ocurrir en un futuro y estimar el peligro asociado.

“Ya tiene varios años que la UNAM está trabajando en ello, se tiene una red de monitoreo, la cual ha proporcionado datos e información cada vez de mayor resolución sobre esto. De hecho, no es un tema particular para México, el concepto de la Brecha Sísmica tiene ya muchos años y parte de la dificultad es entender cómo son estos ciclos sísmicos a lo largo de muchos años”, afirma Urrutia Fucugauchi.

Para el investigador es importante conocer cuáles son los riesgos que enfrentan las diferentes partes del país para actuar de manera eficaz, como en el caso de Guerrero. Con la investigación científica es posible saber cuáles son las acciones que se tienen que tomar para hacer medidas de prevención adecuadas.

“Lo más grave sucede cuando una medida que hubiera sido aplicada para salvar vidas no se efectúa porque no se conocía, pues tenemos desastres provocados por sismos o erupciones volcánicas, que son parte de los procesos naturales en la Tierra, pero se convierten en desastres cuando tenemos el componente social”, sentencia el investigador de la UNAM.

En el Instituto de Geofísica los expertos se dedican a entender los fenómenos, a modelarlos para conocer sus mecanismos y reglas y así dar información certera que sirva en la creación de programas de mitigación y prevención efectivos.

Por ello, invertir en ciencia, tecnología e innovación se vuelve esencial para un país como México.