Josefa Ortiz de Domínguez es un ejemplo de poder femenino. Nacida en una época sin libertades y ante privilegios exclusivos para los hombres, también llamada “La Corregidora” demostró, durante sus 61 años de vida, que la educación era su herramienta más importante.
Con un padre español y una madre indígena, de la Nueva España, Josefa Ortiz de Domínguez se crió rodeada de una ideología conservadora. Por ello, cuando fue adolescente, ingresó al Colegio de las Vizcaínas
Años más tarde, de alumna de un convento de monjas pasó a ser esposa del regidor de Querétaro, don Miguel Domínguez, quien la mayoría de las veces apoyó a Josefa, a pesar de la gravedad de la situación en la que estuviera.
De acuerdo con Francisco Sosa, en su libro Mexicanos Distinguidos, la señora Ortiz de Dominguez era una persona de carácter sumamente enérgico, y al mismo tiempo generosa y caritativa. Por esa actitud, llegó a ser muy popular en Querétaro. El historiador señala que seguramente creciendo en su corazón el sentimiento humanitario, La Corregidora abrazó al partido de la Independencia, pensado en mejorar la suerte de su pueblo.
Sin embargo, cuando los españoles se enteraron que había un movimiento que quería derrocarlos, Miguel Domínguez, para proteger a su esposa, la encerró en su casa, el actual Palacio de Gobierno de Querétaro.
El funcionario estaba enterado de todo lo que hacía Josefa, pues ella, contándole sus encuentros con Miguel Hidalgo e Ignacio Allende, por mencionar algunos supuestos opositores, quería que se uniera al movimiento en pro de la Independencia de México.
“Para encubrir la acción que ellos habían tenido dentro de las conspiraciones, Miguel Domínguez fingió no saber nada y colaboró con la autoridad española para detener a algunos de los participantes”, detalla Juan Carlos Esparza Ramírez, catedrático de la Universidad del Claustro de Sor Juana.
Ante la acción de su esposo, Josefa Ortiz no se quedó con los brazos cruzados. Mandó avisar a Allende y al cura Hidalgo que la conspiración había sido descubierta y que era necesario tomar armas, porque los españoles no sólo buscaban arrestarlos, sino asesinarlos.
Esparza Ramírez, también profesor de Derechos Humanos, recalca que Ortiz de Domínguez fue una mujer que puso en manifiesto que no sólo los hombres llevan a cabo la lucha. “De no ser por ella que da el aviso al capitán Allende, quién sabe qué hubiera pasado con todo el movimiento de Independencia. La historia habría sido otra”.
También, el historiador agrega que La Corregidora fue un personaje que se superó a sí misma, pues supo desarrollarse en la educación y en la sociedad a pesar de que que fue huérfana, ya que sus padres murieron cuando ella era muy joven.
Esparza señala que el legado cultural más fuerte le dejó a México en el aspecto social, fue que inició el movimiento de lucha en pro de las mujeres y de las personas en general.
En ese sentido, Héctor Segovia agrega que La Corregidora mostró en ese tiempo, y aún lo hace en la actualidad, valentía y liderazgo.
Para el maestro de la Universidad La Salle, si una mujer, además de eso, se cultiva culturalmente, se convierte en un ser humano excepcional, como lo fue Josefa.
¿Qué sería de Josefa Ortiz en 2019?
Actualmente, de acuerdo con Segovia, Josefa Ortiz de Domínguez estaría luchando por las mujeres, por los feminicidios que aún no tienen solución ni respuestas.
Para el catedrático, la mujer mitad española y mitad mexicana estaría dando pláticas en pro de la defensa de los derechos femeninos.
Además, estaría oponiéndose al gobierno, sea de izquierda o derecha, porque no está dando la seguridad necesaria para tal efecto. “Estaría haciendo ruido”.
Por su parte, Juan Carlos Esparza apunta que Ortiz de Domínguez en 2019 no formaría parte de los personajes políticos que han sido incitados o vendidos por parte del Ejecutivo. Recuerda que cuando ya estaba establecida la República, hacia el año 1824, el primer presidente de México, Guadalupe Victoria, le ofreció una remuneración, una pensión, en honor a sus servicios a la patria, pero “Josefa la rechaza, porque dijo que ‘a la patria se le sirve, no se le cobra’”.