Comer litros y litros de helado de chocolate no solamente es una referencia de las mujeres deprimidas. Los seguidores más recalcitrantes del futbol americano tienden a comer más comida chatarra (o alimentos ricos en grasa) cuando pierden sus equipos. En cambio, los fanáticos de los equipos que obtienen la victoria tienen su orgullo muy en alto y se inclinan por ensaladas y platillos ligeros.
Esas fueron las conclusiones de un estudio llevado a cabo por expertos de la escuela de posgrado de negocios INSEAD. Los datos que se analizaron se basaron en las estadísticas sobre los hábitos alimenticios de estadounidenses –al igual datos de franceses aficionados al soccer–, los cuales cambiaron en función de si su equipo de la NFL (o balompié para los galos) ganaba o perdía.
Yann Cornill, uno de los investigadores, dice que, a diferencia de cualquier situación en la que las personas se refugian en la llamada “comfort food” (comida de consuelo), en el caso del deporte los aficionados toman los fracasos de los equipos como derrotas personales, lo que afecta su autoestima y comportamiento. Y para los fans de los ganadores, su moral sube y por ende, prefieren alimentos saludables.
El día después de la derrota, los resultados demostraron que los fans comían hasta 10 por ciento más de calorías y 16 por ciento más grasa saturada, comparado con lo que solían comer antes de que se llevara a cabo el partido. Mientras que los triunfadores comían menos grasa saturada y una cantidad menor de calorías al día siguiente de la victoria de su equipo de la NFL.
De las ciudades cuya población fue analizada, la mayoría reportó que se consumió hasta 28 por ciento más de alimentos con grasa saturada. La parte de la población compuesta por los ganadores, reportó 16 por ciento menos de consumo de grasa saturada, subrayó Pierre Chandon, coautor del estudio.