La dosis de Montt

Bonachón, fresco y alegre, de barba cerrada y cana. Ataviado entre rotuladores, estilógrafo, plumones de punta de pincel, caligráficos y Sharpie, Alberto Montt atendió a la horda de fanáticos que quería un rayón del dibujante en su libro recién comprado de “En Dosis Diarias No. 3”, o simplemente en un pedazo de papel o libreta, al finalizar su presentación de stand up ilustrado junto a su colega argentino Ricardo Siri “Liniers” en la Biblioteca José Vasconcelos.

Montt –quien junto a su compañero monero ha llevado una apretada agenda con este espectáculo–, se tomó un respiro al finalizar las casi dos horas de firma de autógrafos y dibujos personalizados, y en entrevista para Reporte Indigo se mostró feliz de presentar nuevamente en México su arte como ilustrador.

 “Lo que más me gusta de México es la comida, del resto no puedo opinar”, respondió con una sonrisa confesando que sus viajes al país han sido de manera express, “siempre es del hotel a la feria, de la feria al hotel”, refiriendo que su estancia ha sido meramente laboral.

Nacido en Quito, Ecuador, pero nacionalizado chileno, Alberto Montt ha estado en la República Mexicana en ciudades como León, Guadalajara, Distrito Federal y Mérida en distintas ocasiones.

Para cerrar el 2015 después de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, hizo una breve parada en la Ciudad de México, donde complació a sus seguidores con las jornadas del espectáculo que consistía en narrar anécdotas cómicas junto a Liniers: Mientras uno platicaba el otro dibujaba la charla descrita con un plumón proyectándose en una pantalla y después se intercambian los lugares, obteniendo el momento hilarante del público.

¿Quién es Alberto Montt?

Para el público neófito, hay que empezar por explicar que Alberto José Montt Moscoso nació un 22 de diciembre de 1972, y estudió diseño gráfico y artes plásticas en Quito, residió en Ecuador hasta 1998, cuando se fue a Santiago de Chile.

Al preguntarle cómo es que le nacieron las ganas de dibujar, Alberto Montt fue suelto en su respuesta: “Uno dibuja desde chiquito, lo que pasa es que algunos lo dejan y otros no, lo que me pasó a mi es que nunca lo dejé”.

Lo que era un pasatiempo se convirtió en una profesión y esto fue cuando se dio cuenta “que era lo único que me gustaba hacer, largué todo y después me di cuenta que a la gente le gustaba acariciarme porque yo hacía dibujos”, rompió entre risas pues Liniers se metía a cuadro con su mano para frotar la barba de Montt y desconcentrarlo del cuestionario.

Dentro de sus colaboraciones gráficas se encuentran distintos medios ecuatorianos como Gestión, Diners Club, Zoom y el suplemento “La Pandilla” del periódico El comercio, en Chile ha publicado sus trazos en el diario El Mercurio y las revistas Qué pasa, Capital y Blank.

‘Estoy criando a una bestia’

La describe como su nana, “es un monstruo”, comenta mientras sus ojos se abren y se acomoda los anteojos de pasta, “estoy criando una bestia, es mi hija de cinco años”, se sinceró enternecido.

El monero inició un proyecto que lleva por título “Laura y Dino”, en referencia al mismo nombre de su hija. Estas ilustraciones en palabras de Montt son “para guardar esas pequeñas imágenes cotidianas que tengo de mi vida con ella y la dibujo, lo que ella dice, sus conversaciones conmigo”.

En el blog “Dosis Diarias”, el chileno sube esporádicamente algunas viñetas de “Laura y Dino”, el cual también está contemplado para ser un libro que saldrá a mediados del 2016.

Llega la dosis

Después del intermedio cómico con su contraparte argentina, Montt narró la experiencia que le dejó el empezar su blog “Dosis Diarias”, el 20 de noviembre del 2006.

“En algún punto dejé de ilustrar para la gente y empecé a ilustrar para mi, y ahí es cuando partimos con el blog, digo partimos yo y mis tres personalidades distintas (risas) y empecé como un juego y empezó a agarrar vuelo y terminó en lo que es ahora… bueno no terminó, está en lo que es ahora, ¡Espero que no haya terminado! ¡Eso es lo que es ahora!”, refirió de nuevo entre risas.

El blog pasó a ser una publicación homónima en distintos volúmenes que han llegado a ser impresos en México gracias a la casa editorial Sexto Piso.

El caricaturista se muestra diestro con los trazos en mano alzada, sin embargo para la modernidad, se tiene que apegar a lo digital, ya que le encanta dibujar a mano “pero para trabajar, prefiero trabajar en digital, porque me permite corregir rápido”, expresó Montt quien usa una tableta digitalizadora Wacom para bocetar sus viñetas “y directamente al computador”.

Viñeta favorita

Montt considera que su viñeta favorita es la primera que hizo, “es una con unos armadillos con un charango que es una guitarra hecha de armadillo, se llama ‘Foto familiar de un armadillo’ y es la primera que hice cuando tenía 18 años, después la rehice para el blog”, aseguró que fue la primera en la que encaminó su dibujo hacia el humor gráfico.

Más grandes influencias

Los artistas del lápiz que ha seguido Alberto Montt en su carrera son: 

> Joaquín Salvador Lavado Tejón “Quino”
> Roberto Fontanarrosa
> Maitena Inés Burundarena
> Gary Larson
> Dik Browne

 ‘Desde Agustín Lara hasta Nine Inch Nails’

Los gustos del ilustrador cambian de acuerdo al momento, ahora mismo su libro favorito es “Hit emocional” de Juanjo Sáenz. Montt no se considera un cinéfilo per sé aunque una de sus películas preferidas es “La vida de Bryan”, de los humoristas británicos Monty Python.

Al hablar de música, se considera un melómano del folclor latinoamericano, “me encantan los boleros, desde Agustín Lara hasta Nine Inch Nails, es muy amplio”.

Dios y el diablo: ‘Solo salió’

Dentro de sus viñetas comunes existen los personajes de Dios y el diablo, lo cual ha estado muy presente a lo largo de su vida. “La imagen de un dios y un diablo entonces era obvio que iba a salir, solo salió, no fue planificado”, dijo. 

Recordó que una vez hizo una viñeta “sobre Jesús y Pedro pescando niños que era una burla a la religión y de repente me dijeron de Venezuela que había una iglesia que la usaba para llamar a catequesis, entonces no entendieron nada los curas”, comenta el chileno de su humor irreverente.