La historia de los ‘primos fatales’, quienes con menos de 15 años de edad cometieron una masacre
Un despecho amoroso desató la furia de un pequeño de 13 años, quien como venganza organizó una de las masacres escolares más siniestras de las que se tenga memoria
Indigo StaffUno de los eventos más sanguinarios de Estados Unidos, pionero de lo que después se convertiría en un fenómeno endémico en aquel país, fue protagonizado por dos primos que no rebasaban los 15 años de edad, quienes cometieron una de las peores masacres con armas de fuego de las que se tenga memoria.
El motivo, según declaraciones de los propios agresores, fue un despecho amoroso de una niña del colegio donde estudiaba uno de ellos, la Westside Middle School, en Jonesboro, Arkansas.
La terrible historia que recoge “Foco Rojo” se remonta a 1998, año en el que los pequeños primos Mitchell Scott Johnson, quien tenía 13 años y Andrew Douglas Golden, de apenas 11, mataron con rifles de alto calibre a 4 niñas de entre 11 y 12 años y a una maestra del citado colegio.
¿Qué llevó a las pequeños a cometer el crimen?, en primer lugar el despecho amoroso del que se quejaba Mitchell, en segundo, el bullying del cual ambos eran víctimas y en tercero, y quizá más importante lugar, la tradición familiar de la caza en la cual ambos estaban inmiscuidos desde que estaban en la cuna. En su casa nunca faltaron las armas, municiones y mucho menos los asesinatos de toda clase de animales.
ANTECEDENTES PELIGROSOS
El abuelo de Andrew, Doug Golden, era un viejo aficionado a la caza, sin embargo, y paradójicamente, trabajó toda su vida en una oficina de conservación de vida silvestre.
Él mismo llegó a declarar a la prensa que el pequeño Andrew mataba patos desde que estaba prácticamente recién salido de la cuna y lo hacía empuñando armas automáticas, las cuales sobraban en su hogar.
El hijo de Doug y padre de Andrew también era aficionado a las armas y miembro de la Practical Pistol Shooters Association (USPSA) en la cual participaba, muchas veces acompañado del pequeño, en torneos de tiro.
Por su parte, Mitchell no tenía un acercamiento tan “profundo” con las armas, al igual que su primo, pero era de carácter tímido, no tenía muchos amigos y uno de sus ídolos era “Rambo”, del cual colgaba posters en su cuarto.
EL LOCO PLAN
Mitchell y Andrew se hicieron amigos mientras compartían asientos en el autobús escolar que los trasladaba de lunes a viernes a sus colegios. En los largos trayectos de ida y vuelta los primos compartían secretos y quejas; Mitchell, por ejemplo, le contaba a Andrew que en la escuela le llamaban “pig”, debido a su sobrepeso, mientras que el otro confesaba que no tenía ningún amigo pues nadie lo aceptaba.
Fue mientras ambos veían una película de Rambo cuando el primo grande (Mitchell) le confesó a Andrew su deseo de vengarse de una niña, que lo despechaba amorosa y constantemente, llamada Candance Porter, lo que entusiasmó sobremanera a Andrew, quien comenzó inmediatamente a trazar un “plan de venganza”.
En una noche los primos planearon todo, decidieron que vestirían uniformes militares para camuflarse, fijaron la fecha del ataque, las armas que iban a utilizar y -lo más siniestro-, realizaron una lista de las personas a las que iban a matar pues les “caían mal”, empezando por la pequeña Candence.
Fue un 24 de marzo de 1998, por la madrugada, cuando los pequeños se trasladaron a la casa del abuelo Doug para irrumpir secretamente y sacar alrededor de 10 armas de fuego, incluyendo un rifle Remington 30-06, especial para cazar ciervos, con una poderosa mira telescópica.
Según testimonios policiales de la época, los niños cargaron un coche, el cual fue conducido por Andrew, con botellas de agua, bolsas para dormir, machetes, un cuchillo, una ballesta, dos pares de botas militares, municiones, una casa de campaña, una radio portátil, papas fritas, chocolates y una malla metálica de cazador… Todo estaba listo para el ataque, el cual prepararon, emulando una película, algo ficticio.
EL TRÁGICO DÍA
El martes 24 de marzo de 1998, los primos estacionaron el automóvil con el arsenal en un monte cercano a la escuela desde el que se podía apreciar el patio de la misma. Andrew Golden ingresó y tomó clases como siempre rompiendo la monotonía al mediodía, cuando pidió permiso al profesor para ir al baño.
Testigos refirieron que una vez en los pasillos de la escuela, el niño activó la alarma de incendios lo que provocó que el protocolo de desalojo de estudiantes de las aulas entrara en acción, mientras, él corría al pequeño monte a reunirse con su primo desde donde pudieron ver a todos los alumnos en el patio.
Con fusiles con mira en sus manos, la masacre inició. En el patio de la escuela el terror se apoderó de todos; el objetivo central, Candace, resultó sólo herida gracias a que una maestra, que estaba embarazada, la cubrió con su cuerpo en un acto heroico que le costó la vida.
Al final del tiroteo se contabilizaron 5 cadáveres, todos de mujeres, y varios heridos.
A LA PRISIÓN
Cuentan las anécdotas periodísticas de finales de los noventa que cuando la policía detectó un carro que era conducido por un menor de edad, acompañado de otro, jamás se imaginaron que los mismos serían los autores de la masacre.
Tras ser detenidos y encontrado el arsenal que cargaban en el auto, los oficiales les insistieron que revelaran el nombre del adulto que había disparado, aquel despiadado que los había hecho cómplices del crimen de cuatro niñas y una maestra. Los agentes se quedaron helados al escuchar la confesión que los primos nunca cambiaron: “fuimos nosotros, nosotros las matamos”.
CONDENA CUESTIONABLE
Actualmente (2018) Mitchell y Andrew se encuentran libres, en algún lugar del orbe que nadie conoce. Su condena se redujo considerablemente debido a la edad en la que cometieron los crímenes que, por ejemplo, para el ex gobernador de Arkansas, Mike Huckabee, fueron provocados “por las decenas de miles de asesinatos a los que son expuestos los menores en cine y televisión”.
Mitchell Johnson fue liberado en el año 2002, apenas cuatro años después de haber perpetrado la matanza y Andrew Golden fue liberado en 2004, lo que provocó sendas protestas de los familiares de las víctimas.
De los primos, nada se sabe.