La huelga feminista del 8M en un país donde el feminismo es cosa del demonio

El movimiento de protesta en España que incita a las mujeres a un paro laboral y a una marcha ha tomado relevancia política, ya que que la ideología política ha influenciado la aceptación de la huelga por parte de la ciudadania.
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
Comparte esta nota

El próximo 8 de marzo las mujeres españolas saldrán a las calles para participar en lo que será la huelga feminista más grande de España que tiene como objetivo denunciar la desigualdad salarial, la precariedad de oportunidades, la innegable existencia de un “techo de cristal” que le impide a la población femenina ascender a mejores puestos de trabajo y el nulo reconocimiento de las labores domésticas y cuidado de los hijos en un país saturado de machismo, donde los líderes de la religión predominante consideran que el feminismo es cosa del demonio

El demonio del feminismo 

La marcha del 8M que se realizará en la mayoría de las capitales de las provincias españolas se ha hecho de enemigos dentro de la iglesia católica, culto religioso que predomina en España, ya que el Obispo de San Sebastián ha considerado que el feminismo es un asunto del demonio. 

El pasado lunes 5 de marzo durante la emisión del programa Sexto continente que se transmite a través de Radio María, el Obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla aprovechó la noticia de coyuntura sobre la huelga feminista que tendrá lugar en territorio español para expresar su opinión acercar del feminismo, el aborto y de como el diablo emplea la ideología feminista. 

En la emisión radiofónica Munilla indicó que a su parecer existen dos tipos de feminismo “el feminismo femenino y el feminismo de género…”, considerando que en el  segundo segundo tipo maquina el diablo pues se tiene a la mujer como víctima “Es curioso cómo el demonio puede meter un gol desde las propias filas (…) El feminismo, al asumir el feminismo de género, se ha hecho el harakiri“. 

En diversas ocasiones la iglesia católica ha expresado su rechazo al aborto por considerarlo un asesinato y no un derecho que las mujeres tienen sobre su propio cuerpo tal como el feminismo argumenta; sin embargo lejos de luchar por el derecho al aborto los objetivos que tienen los grupos de feministas españolas para la marcha del 8M son los de denunciar la violencia de género que vive la población femenina del país.

La manifestación feminista en España que busca denunciar la violencia de género sistematizada, surge en una especie de toma de conciencia social, ya que de acuerdo a una encuesta sobre desigualdad realizada por Metroscopia el 80% de la población española considera que las conductas machistas aún predominan en la sociedad. 

Ser mujer en España es difícil

El 82% de las mujeres y el 70% de los hombres que participaron en el estudio consideraron que el simple hecho de ser mujer en España implica tener que enfrentarse a mayores dificultades en la vida cotidiana. Tan sólo en una ronda de preguntas, únicamente contestada por mujeres, el 53% expresó haber sido ignorada por su género, el 46% indicó haber sido menospreciada por sus opiniones y comentarios, mientras que 43% señaló haber experimentado intentos de intimidación sólo por ser mujer. 

La discriminación y descrédito que experimentan las mujeres españolas se traslada a su entorno laboral en forma de desigualdad salarial, pues de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística el 82% de la población femenina que realiza alguna actividad laboral tiene plena consciencia de recibir un sueldo 23% menor que el de sus colegas masculinos. 

La ideología política influye en la perspectiva sobre la igualdad 

El movimiento que incita a las mujeres españolas a un paro laboral y a una marcha, ha tomado relevancia política pues mientras algunos partidos políticos de izquierda han comenzado ha tomar la causa como propia, otros como el Partido Popular (PP) se han proclamado en contra.

El pasado 22 de febrero la secretaria general del Partido Popular,María Dolores de Cospedal expresó su desacuerdo con la huelga del próximo 8 de febrero al considerar que no tiene “trascendencia ni relevancia para las mujeres” mientras que el PP la consideró una huelga “de élites feministas pero no de mujeres reales con problemas cotidianos”. 

La ideología política funciona como una especie de lentes de aumento que le permite a los ciudadanos identificar la desigualdad o por lo menos eso es lo que demuestran las cifras de ciudadanos con determinadas preferencias políticas, pues en sintonía con su partido político el 95 % de los votantes de Unidos Podemos junto con el 88% de los seguidores del PSOE consideran que hay motivos suficientes para realizar la marcha, mientras que sólo 66% de los que se identifican con la ideología del PP la consideran justificada. 

En Estados Unidos ya se ha identificado una estrecha relación entre la ultra derecha americana y los grupos de supremacistas masculinos, los cuales por esparcir un mensaje de odio hacia a las mujeres fueron incluidos en la lista de grupos de odio del Southern Poverty Law Center (SPLC), lo que sirve como un indicio de que la ideología política influye profundamente en la percepción que los ciudadanos puedan llegar a tener de la violencia de género. 

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil