La inclusión llega a Matrix, Eréndira Ibarra comenta sobre su trabajo
La actriz Eréndira Ibarra, quien encarna al personaje de Lexy en Matrix Resurrecciones, platica sobre cómo la cineasta trans Lana Wachowski logra en esta película la equidad racial y de género, que ya venía sucediendo desde la trilogía anterior, la cual terminó en 2003
Hidalgo NeiraCuando Matrix Revoluciones llegó en un estreno mundial simultáneo, a las 1400 horas del meridiano de Greenwich, el 5 de noviembre de 2003, (8 de la mañana en hora central de México), miles de cinéfilos pensaron que la trilogía de los entonces hermanos Wachowski había concluido.
Pero con el paso de los años Warner Bros insistió para que, las ahora hermanas trans, retomaran su mundo cyberpunk dominado por las máquinas, pero ellas se negaron, hasta que llegó el ultimátum.
Los derechos creativos de esta franquicia le pertenecen a la productora hollywoodense, por lo tanto, o las Wachowski se involucraban en el proyecto, o alguien más tomaría las rindas en su lugar; Lana decidió volver al mundo distópico en el que Neo (Keanu Reeves) es el elegido para liberar a la especie humana.
La cineasta hizo ardid de todo lo que pudo en la cuarta entrega de Matrix, incluso, burlarse de esta decisión forzosa que le impuso el estudio y, además, como en los anteriores filmes, catapultó la equidad de género, la distinción de personas de diferentes orígenes étnicos, y cambió las piezas del juego a su favor.
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— The Matrix Resurrections – ? Spoilers! (@TheMatrixMovie) December 20, 2021
Muestra de ello fue que, una de las piezas actorales que se encuentran en Matrix Resurrecciones es Eréndira Ibarra, actriz mexicana que lleva el papel de Lexy, una renegada ante el sistema de la Matrix; la artista conversó con Reporte Indigo para hablar de la experiencia de trabajar nuevamente con una Wachowski, y si es que el empoderamiento femenino formaba parte de su agenda por el libre albedrío.
“Creo que es una forma de interpretarlo dado a la forma en la que vemos el mundo ahorita, en realidad, y conociéndola muy bien, sé que ella simplemente está generando los espacios que no se generaban antes. No veías a chavas presentes en las peleas, nos desaparecían y después aparecíamos”, expresa Ibarra.
Cabe recordar que ella ya había colaborado previamente con las Wachowski en la serie de Netflix Sense8, la cual es una oda a la inclusión LGBT+ y de personas de distintos orígenes en el globo.
Larry Wachowski hizo su transición de género entre 2008 y 2012, ahora como Lana, y su también hermana trans Lilly, han sido vocales y generadoras de cambio para visibilizar la normalidad de esta decisión, porque antes de lograr la fama, ambas preferían no dar entrevistas o se mantenían fuera del espectro hollywoodense por miedo a ser juzgadas.
“Ella lo que creó fueron los cambios estructurales dentro de la narrativa y la manera de filmar, para que cupiera el mundo entero, porque de eso se trata la verdadera visibilidad”, dice.
Matrix Resurrecciones se estrena mundialmente el 22 de diciembre y es una continuación directa de la anterior película de 2003, Lana Wachowski decidió hacer el filme sin su hermana Lilly, aunque con su venia; para su realización, esta producción tuvo un presupuesto aproximado de 150 millones de dólares.
Ibarra comenta que tuvo el gran privilegio de leer completo el guion de la cuarta entrega de Matrix, algo inusual en un proyecto que mantiene la secrecía al máximo, y tuvo ventajas en el desarrollo de su personaje, pese a que en el libreto aparecían instrucciones para interpretar a Lexy.
“Cuando se trata de trabajar con Lana, las indicaciones están desde el guion, es de los más completos que he leído en mi vida, desde que los lees sabes, más o menos, y más conociéndola, el tono y la forma en la que lo quiere, y además tenemos la oportunidad de jugar mucho en el set, siempre de la mano de ella”, platica.
La artista mexicana describe que no hay cabida a la improvisación en el set de Wachowski, pero sí existe la oportunidad de que la cineasta le dé una dirección en sus diálogos y entonación, lo que Ibarra considera que es un trabajo colaborativo al 100 por ciento, porque la directora le mostró a ella todos los tratamientos del guion.
“Tenemos un acercamiento distinto, de familia, y Lana quería también saber nuestras opiniones y quería escuchar nuestras reacciones al guion, entonces tuvimos la oportunidad de tener todas las versiones de todos los guiones en diferentes momentos, y ella nos decía ‘vamos ahora con el rosa o con el azul’ y sabíamos que se iban cambiando de versión en versión”, agrega.
La novia mexicana de Keanu en el set de Matrix
Las anécdotas de producción le sobran a Ibarra, desde ver cómo Keanu Reeves y Carrie-Anne Moss caían juntos de un edificio de 40 pisos de altura, hasta una revelación especial que hace a esta casa editorial, en el rodaje en Alemania, ella se encontraba haciendo ejercicios de relajación para destensar los músculos, y en eso se sentó a su lado la pareja del actor que encarna a Neo, la artista visual Alexandra Grant.
“En un español perfecto me dijo ‘¿Qué pedo, güey?’. Después de cuatro meses de estar con ella y hablar sólo en inglés, me dice eso y yo de ‘¿Qué pedo de qué? ¡Estás hablando español!’ y se me queda viendo Alex y me dice ‘es que soy mexicana, nací en el D.F., en Coyoacán, viví ahí siete años’”, comenta asombrada la actriz.
El tiempo de entrevista termina, la última pregunta que se logra hacer a Ibarra es: ¿Matrix a futuro, sí o no?, e Ibarra da el afirmativo y que está prendiendo todas las veladoras para que, al menos, suceda en cortos animados, como pasó en el 2003, los Animatrix, pero queda la duda de si Warner Bros empujará de nuevo para que vengan más secuelas en los próximos años.