La lucha contra la transfobia
La población trans es uno de los sectores más discriminados en el país, por lo que especialistas aseguran que es necesario que tanto la sociedad como las empresas sumen esfuerzos para hacer una conciencia de reparación
Montserrat SánchezRisas, burlas, miradas lascivas y hasta agresiones físicas son constantes en la vida de las personas trans, en México. Por lo que es necesario y urgente que la sociedad siga alzando la voz ante cualquier violación a sus derechos, como sucedió con el caso de Paulina Malagón.
La chica trans de 28 años usaba el vestidor de hombres en el gimnasio Smart Fit de Xochimilco al inicio de su tratamiento hormonal; sin embargo, cuando solicitó poder ingresar al de mujeres, el personal le negó la entrada.
La discriminación hacia la comunidad trans no es algo nuevo en el país, ya que en México, 71.9 por ciento de la población opina que los derechos de este sector se respetan muy poco o casi nada, así lo señaló la Encuesta Nacional de Discriminación (ENADIS) 2017.
Zoe Joffre, una mujer trans que colabora con It Gets Better México, comenta que existe una deuda con lo comunidad trans, porque sigue siendo discriminada y violentada, por lo que les pide a las empresas no sólo ser aliadas, sino brindar oportunidades para este sector de la población, porque la inclusión es cosa de todos los días.
Para Rocío, lamentablemente el caso de discriminación que vivió Paulina Malagón no será el último que enfrente la comunidad trans en este país, ya que así como ella, cientos de personas se enfrentan a la falta de inclusión.
“Hay una chica trans en el Estado de México que tiene un problema con Coppel, ya que no la dejan usar su cuenta porque ya había cambiado su identidad de género. Esto lo vamos a seguir viendo hasta que se implementen protocolos, mecanismos y políticas incluyentes, tanto en espacios privados como en los públicos. Pueden decir que la culpa es de la persona que cometió el acto, pero si la empresa o el ente no tiene políticas claras, entonces no hay garantía de no repetición”, sentenca Suárez.
Es momento de actuar contra la discriminación a la comunidad trans
Rocío Suárez explica que al no admitir la identidad de género de una persona se está ejerciendo una violencia simbólica, porque se le niega el derecho al reconocimiento.
En México, sólo en cinco entidades está permitida la rectificación sexogenérica: Ciudad de México, Michoacán, Nayarit, Coahuila y Colima.
Para que más entidades se sumen es importante que la sociedad empuje este tipo de iniciativas, por lo que primero tiene que existir un cambio de paradigma dentro de la educación.
La activista y fundadora de Red Juventudes Trans, Jessica Marjane, señala que para luchar contra la transfobia, el camino consiste más en desaprender que en aprender.
La activista recomienda sumar esfuerzos para hacer una conciencia de reparación, para construir otras narrativas desde la teoría hasta lo vivencial; por ejemplo, para garantizar la no repetición, las empresas no sólo deben hacer una disculpa pública, sino ejecutar programas de capacitación constante para los empleados, que sea un ejercicio de derechos humanos desde la contratación, que se involucre el área de recursos humanos y que se permita una evaluación para ver los resultados y el cambio.
Paulina Malagón asegura, en entrevista con Reporte Índigo, que hizo su denuncia para mostrar los actos transfobicos de las empresas, para hacer saber que nadie tiene derecho a negarles el acceso a espacios públicos y sobre todo, para hacer del conocimiento social que no pide un trato mejor, sino uno igualitario, uno en donde se le permita entrar en un vestidor donde no se burlen de ella y con el cual se identifique. Si bien, las personas LGBTTI+ han avanzado en la reivindicación de sus derechos, el camino para brindarles una sociedad incluyente aún es largo.