La mala educación
“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”, así lo dijo Nelson Mandela, expresidente de Sudáfrica y los maestros son los encargados de ‘accionar’ dicha arma por medio de la enseñanza.
Sin embargo, esta tarea puede ser realmente difícil en México donde los profesores carecen de apoyo y recursos para ser eficientes en sus clases.
En un reporte publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el primer lugar con más alumnos por maestro.
Dolores González“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”, así lo dijo Nelson Mandela, expresidente de Sudáfrica y los maestros son los encargados de ‘accionar’ dicha arma por medio de la enseñanza.
Sin embargo, esta tarea puede ser realmente difícil en México donde los profesores carecen de apoyo y recursos para ser eficientes en sus clases.
En un reporte publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el primer lugar con más alumnos por maestro.
Según el informe “Panorama de la Educación”, en las escuelas del país hay una proporción de 30 estudiantes por cada profesor, mientras que el promedio internacional de la OCDE es de 15 alumnos por docente.
Esto repercute en el nivel de aprendizaje de los estudiantes, ya que entre más grande sea el grupo el maestro tiene que dedicar más tiempo a poner orden y mantener la atención.
El mismo organismo señaló en otra ocasión la falta de incentivos como una problemática que desalienta a los maestros a continuar su desarrollo profesional y actualizarse.
Y es que México está entre los países de la OCDE con las peores remuneraciones para los maestros, quienes tienen sueldo promedio de 18 mil pesos mensuales.
Todos estos factores afectan el aprendizaje de los niños y jóvenes, pues ya es bien sabido los estudiantes mexicanos de nivel básico cada año resultan deficientes en la medición de habilidades matemáticas y comprensión de lectura.
El maestro de América
Uno de los educadores mexicanos más innovadores fue José Vasconcelos. En 1921 fue nombrado titular de la Secretaría de Educación Pública, y durante su terna de seis años se encargó de implementar programas educativos a nivel nacional, especialmente en zonas rurales. Además, logró la edición masiva de algunas de las más grandes obras del pensamiento occidental que fueron distribuidas por todo el país.
En su memoria, el Consejo Cultural Mundial otorga cada dos años el Premio Mundial de Educación José Vasconcelos a docentes destacados de todo el mundo.
Una lección de historia
El Día del Maestro se conmemoró por primera vez en México en 1918, después de que fuera aprobado el decreto por el entonces presidente, Venustiano Carranza.
Se eligió el día 15 de mayo por motivos históricos, ya que ese mismo día – pero de 1867 – fue la toma de Querétaro, victoria militar que marcó la conclusión del Segundo Imperio Mexicano al derrotar al ejército de Maximiliano de Hamburgo.
Aunque este evento no está relacionado con la educación o enseñanza, lo que se buscaba era que la fecha fuera recordada.
Más allegada al tema de la educación es la coincidencia del calendario religioso que desde 1950 conmemora el día 15 de mayo a San Juan Bautista de La Salle, patrono universal de los educadores.
Durante el siglo 17 La Salle dedicó su vida a la formación de maestros y a la enseñanza infantil. Su legado persiste hasta nuestros días, pues fundó en Francia la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, popularmente conocidos como “Hermanos La Salle”, institución religiosa católica de carácter laical enfocada a la educación de niños y jóvenes, especialmente de los más pobres.