‘La música de la gravedad’
Astrónomos dijeron que escucharon el ruido de otros dos hoyos negros que se estrellaban, un descubrimiento que indica que la violencia inadvertida del universo podría ser bastante común.
Astrónomos dijeron que escucharon el ruido de otros dos hoyos negros que se estrellaban, un descubrimiento que indica que la violencia inadvertida del universo podría ser bastante común.
Detectaron una segunda onda gravitacional, que es la distorsión en la estructura del universo que Albert Einstein predijo hace un siglo en su teoría general de la relatividad, algo que sólo resulta de los choques espaciales más grandes. Es algo que no puede verse y que Einstein pensó que nunca sería detectado, pero los científicos averiguaron la forma de escucharlo. Primero fue un ruido en septiembre de 2015, y ahora son dos.
“Es lo que llamamos música de la gravedad”, dijo el miércoles en conferencia de prensa Gabriela Gonzalez, la física de la Universidad Estatal de Louisiana y vocera del equipo de descubrimiento.
“Estos incidentes, sobre todo el primero, han sido los más poderosos que hemos detectado desde el Big Bang”, dijo la física de Barnard College, Janna Levin.
Los científicos escucharon por primera vez el choque cósmico al encender instrumentos gemelos conocidos como Laser Interferometer Gravitational-wave Observatory (Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferometría Láser), o LIGO, pero los físicos no estaban seguros de si tuvieron la suerte de escuchar un pitido único en la vida de un evento inusual o si estas ondas gravitacionales simplemente están a la espera de ser escuchadas con frecuencia.
“Este evento realmente establece que hay algunas fusiones de hoyos negros en el universo cercano”, dijo el físico de la Universidad Estatal Penn, Chad Hanna, uno de más de mil científicos que escribieron el estudio difundido ayer en una conferencia de astronomía y publicado en la revista Physical Review Letters.
El ruido más reciente fue un choque cósmico a mil 400 millones de años luz de distancia. Un año luz equivale a 9.4 billones de kilómetros.
El primer choque de hoyos negros que escucharon los científicos en septiembre fue de dos enormes objetos que eran inusualmente grandes, incluso para hoyos negros. Los hoyos negros de diciembre tenían un tamaño más común. Esas fusiones producen pequeñas ondas invisibles en el tejido del cosmos que se une como la punta de una tienda de campaña.
Nada de esto puede verse. La onda sólo se nota en la Tierra a través de increíblemente pequeñas desalineaciones de rayos de láseres divididos en detectores tanto en Hanford, Washington, como Livingston, Louisiana. El desequilibrio es una vibración que los científicos pueden escuchar. (AP)