La nueva capital de los libros
‘El Rincón de la Cháchara’ es una alternativa para adquirir libros a precios que van desde 1 peso; el espacio está ubicado en la Plaza de la Santa Veracruz, a un costado del Palacio de Bellas Artes, en el Centro Histórico de la Ciudad de México
Erick Miranda[kaltura-widget uiconfid=”39952882″ entryid=”1_3s6mix1s” responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /]
“En esta ocasión ponemos a subasta un lote de 25 libros al azar y entre ellos se van algunos nuevos!”, grita con ánimo un joven con el pie al borde de una de las fuentes de la Plaza de la Santa Veracruz, parque público ubicado a un costado de Bellas Artes, en el perímetro del Centro Histórico de la capital.
Ofertas conocidas como ‘pujas’ comienzan a resonar en medio del barullo que los asistentes producen, mientras que varias decenas de ojos observan con devoción aquella pila de libros que es exhibida. En esta última destaca un ejemplar sobre cine y otro de arte gótico, tres poemarios, varias novelas y algunos otros tomos de ensayo.
Con la intención de promover una cultura libresca entre lectores comunes y especializados, mediante la subasta de ejemplares nuevos y seminuevos, “El Rincón de la Cháchara” nace como una alternativa para adquirir libros rezagados a precios accesibles, explica Germán Camacho, cofundador del proyecto y administrador del grupo oficial de Facebook.
Con casi 37 mil 500 miembros, dicho foro se ha convertido en uno de los sitios virtuales de referencia obligada entre la comunidad lectora, compuesta sobre todo por estudiantes, docentes, profesionistas, revendedores de libros, además de toda clases de amantes de la lectura, provenientes incluso de otras entidades de la república como el Estado de México, Hidalgo, Zacatecas, Colima y San Luis Potosí, por mencionar algunos
“Todo empezó como una sátira a las subastas de libros ‘feítos’, porque ya existían páginas donde se ofertaban libros, pero nosotros decidimos hacer un grupo donde su venta iniciara desde cero pesos, con la intención de que estos ejemplares rezagados circularan y para que después con el dinero obtenido se pudieran comprar otros”, relata.
Inicialmente, la dinámica del grupo consistió en ofertar libros mediante la red social y posteriormente entregarlos en la entrada de la estación Bellas Artes de la Línea 2 del Metro. No obstante, la comunidad creció de modo acelerado hasta no caber en instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC) y terminó por trasladarse a la Plaza de la Santa Veracruz, a las afueras del Museo Franz Mayer, a la par de que la alcaldía Cuauhtémoc concedió el espacio para realizar los intercambios.
Tradición sabatina
Cada sábado, en un horario aproximado de 1 a 5 de la tarde, los libros son puestos a subasta en la también conocida como “Plaza de la Cháchara”. En Google Maps se puede encontrar bajo ese nombre.
“Se han subastado libros que en tiendas han estado en precios de 400 o 600 pesos y aquí se han entregado por un peso o por cinco… dependiendo de la oferta, la cantidad de personas y el gusto de las mismas. Pero uno los entrega por varias razones: por honor, por reglamento y porque es bonito ver que la gente se emocione, ya que nunca falta quien presuma: ‘¡Mira, me gané un libro por un peso!’ Eso no se consigue en ningún otro lado”, dice Camacho.
Aunque la mayoría de los visitantes suelen pertenecer al “Grupo de la cháchara en Facebook”, el espacio está abierto para cualquier persona que quiera comprar o vender todo tipo de lecturas.
Al sitio también acuden los llamados ‘libreros de viejo’ y provenientes de distintas zonas de la ciudad, ya sea para comprar o vender. En ocasiones se les puede observar llegar a la plaza cargados con cajas de libros y en otras sólo con un par de ejemplares bajo el brazo.
“Lo más importante del proyecto es toda la comunidad. Yo me llevo el que la gente se conozca y pueda venir a un espacio a discutir sobre libros, porque que se forman grupitos de personas que encajan y cada sábado entre ellos platican, discuten y conocen nuevos autores. Hay lectores especializados en novela negra, en crónica, de novela rosa, entre muchos otros, además de que todos ellos también llegara a hacer amistad”, asegura el historiador.
Todos los géneros tienen cabida: poesía, novela, ensayo, teatro e incluso textos periodísticos. Por temporadas suelen habilitarse “días random”, donde la comunidad también llega a subastar antigüedades y artículos de todo tipo, como puede ser espadas, máquinas de escribir, figurillas de colección, discos de acetato, botellas de vino importado, muebles, juegos de mesas, entre muchas otras cosas.
Debido a que no sólo se trata de una alternativa de negocio, la comunidad llegó a formar un grupo para ayudar a los damnificados de los sismos del año pasado, además de apoyar a las personas en condición de calle que se ubican cerca de la zona centro de la capital.