El talento femenino siempre ha estado presente en todas las artes, pero fue con el paso del tiempo y el apoyo de otras mujeres que ha relucido aún más, demostrando que sin importar edades, razas o nacionalidades, pueden mostrar lo mejor que saben hacer. Ventino, grupo musical de cinco chicas colombianas, son ejemplo de eso.
Camila Esguerra, también integrante del grupo, comenta que la responsabilidad más grande que tienen como una agrupación relativamente nueva es ser ellas mismas, pues, según señala, quieren demostrarle a la gente que se encuentre con su música que no es necesario cambiar su vestimenta o personalidad para hacer lo que aman.
La intérprete sostiene que a la sociedad se le estuvo vendiendo la imagen de que una mujer debía ser perfecta en todos los sentidos para poder triunfar, quitándole lo auténtico y lo real, “que es lo que realmente vale la pena en cualquier persona”.
“Nosotras tenemos el valor de decir lo que pensamos y sentimos, no importa si es felicidad, tristeza o angustia, creo que ese es un gran mensaje para todas las niñas de Latinoamérica, que empiecen a sentir que lo que son y sienten es valioso”, dice Camila.
En ese sentido, Juliana Pérez sostiene que fue y sigue siendo un honor que dicha compañía de música confíe en lo que ellas ofrecen. “Es un privilegio y una responsabilidad muy grande llevar un mensaje como el sólo hecho de trabajar por nuestra música, por las mujeres y por la industria latinoamericana en sí”.
Maki De Angulo, por su parte, agrega que posiblemente Sony le apostó a que la música latina interpretada por mujeres tiene un futuro prominente casi infinito y que es el ritmo latino el que tiene y deberían seguir teniendo el gusto de la gente.
El fenómeno Ventino
Antes de formar Ventino, Natalia, Juliana, Maki, Camila y Olga solían hacer teatro musical, pisaban los escenarios y se paraban frente al púbico para representar alguna canción acorde a la escena que interpretaban. Pero el destino les tenía preparado algo más.
Juancho Muñoz, amigo de las cinco, debía hacer un proyecto universitario en el que se le ocurrió invitar a sus amigas a cantar una canción de las princesas de Disney. Sin pensar en un proyecto futuro, subió el video a redes sociales y se volvió viral, esto hizo que conversara con cada una y las convenciera de crear algo nuevo, una girlband.
“Jamás nos hubiéramos podido imaginar el primer día que nos vimos para cantar juntas, que íbamos a llegar al momento en el que estamos, es impresionante y creo que es una oportunidad dentro de un millón que fue una bendición, pero la hemos sabido aprovechar muy bien”, cuenta Juliana.
A inicios de este mes, y a casi cuatro años de su integración, Ventino sacó su nuevo sencillo “Andan diciendo”, con la cual invitaron a los cantantes Lalo Ebratt y Yera a colaborar. Los resultados han sido benéficos para la banda, ya que repitieron el fenómeno por el que fueron conocidas en la industria, generar vistas. Esta canción ya superó las 15 millones de reproducciones en YouTube.
“No es que yo quiera perderte, pero duele lo que hablan de ti”, se escucha en la nueva melodía, una canción que aborda los rumores amorosos que puede haber entre una pareja. Al respecto, Camila comenta que con esta letra intentaron hacer a un lado los chismes que se llegan a generar entre dos personas, quienes sólo necesitan confianza.
Juliana agrega que, como artista, es difícil salir con alguien a larga distancia, destaca que ella lo está haciendo ahora, pero, como decía Camila, lo más importante es la confianza entre ambos y que “definitivamente vale la pena intentarlo si con ese alguien sientes emoción cada que lo o la ves”.
Pero aunque las intérpretes no lleguen a estar cerca de sus parejas o familiares, dicen que los fans siempre les dan palabras de ánimo.
Ventino ha abierto conciertos para varios artistas como Morat y Carlos Rivera; sin embargo, las intérpretes aseguran que desean tener su propio Metropolitan o su Estadio Azteca.