Cuando hablamos de o emojis, el futuro es muy, muy… ¡carita con lágrimas de alegría!
Si no sabes lo que eso significa entonces: a) no eres una chica de 14 años. b) te encanta odiar esas pequeñas imágenes que la gente te envía por texto todo el tiempo. O c) estás lejos de tener un teléfono inteligente o de participar en un chat en internet.
De otro modo, aquí en el 2016, los emojis se ven por todos lados, todo el tiempo. Y la “carita con lágrimas de alegría” es, por cierto, una carita feliz amarilla con una amplia sonrisa y lágrimas brotando por sus ojos.
Esta cara fue seleccionada por el Diccionario Oxford como su “palabra” del año de 2015, con base en su popularidad y como un reflejo del auge de los emojis para ayudar a causas benéficas, a promover negocios y en general a tantos de nosotros a expresarnos mejor en las redes sociales o mensajes de texto.
Aunque ahora existe una definición estricta de emojis como imágenes creadas mediante codificación computarizada estandarizada que funciona para todas las plataformas, se tienden a confundir con los emoticones.
Según publicó The Guardian, un emoticón es, a diferencia de un emoji, una “muestra tipográfica de una representación facial, utilizada para comunicar emoción en un medio exclusivo de texto”. O algo así: 😉
En tanto, los emojis son imágenes. Son extensiones del set de caracteres utilizados por la mayoría de los sistemas operativos existentes.
De acuerdo con el conocimiento tecnológico popular, la gran explosión de los emojis tiene a su abuelo en Japón y su nombre es Shigetaka Kurita.
Él se inspiró en las revistas de manga y el kanji (los símbolos y caracteres utilizados en la escritura del idioma japonés) en la década de 1990 cuando, junto con otras personas, trabajaba para desarrollar lo que se considera la primera plataforma móvil generalizada y pensó en caracteres rudimentarios.
Ellos pensaron en esto toda una década antes de que Apple desarrollara una serie de emojis para los primeros iPhone. (Con información de AP)