película an american crime

La película sobre la mujer que torturó y asesinó a una niña con ayuda de sus hijos

Querido, lector: mi opinión vertida en La Cinemágora no representa la perspectiva del medio. La crítica de esta película NO TIENE SPOILERS

Detesto las películas religiosas porque pintan a los creyentes como seres perfectos, sensibles y fuertes con finales rosas, infantiles y felices. En general porque muy pocas historias son tan dramáticas en realidad. Sin embargo, y por curioso que parezca, la película An American Crime está basada en crímenes reales sobre la tortura y el asesinato de una niña.

Sin catalogarse en el género de cinta religiosa, An American Crime es un potente y crudo testimonio sobre una jovencita cristiana, quien pese a sufrir un suplicio a sus 16 años murió confiando en una esperanza que sigue inspirando a personas hasta hoy en día.

Actualmente, la vida de Sylvia Likens es recordada y honrada en varias iglesias cristianas de Indiana, principalmente de denominación bautista. Y ha animado a víctimas de violación y tortura a seguir confiando en sus creencias.

El filme dirigido por el cineasta estadounidense Tommy O’Haver (Hechizada, 2004) ensambla con la mayor fidelidad posible los acontecimientos más horribles de los Estados Unidos, con la actriz Ellen Page como protagonista.

¿DE QUÉ TRATA?:

Basada en una historia real, An American Crime cuenta la historia, ocurrida durante la década de los 1960, de Gertrude Baniszewski, un ama de casa con siete hijos que mantuvo encerrada en una habitación a Sylvia Likens, adolescente que había sido confiada a su cuidado, y la torturó despiadadamente.

LO BUENO: PELÍCULA SINIESTRA Y CONMOVEDORA

Hay signos que hacen pensar que buena parte de la cinematografía mundial nace del morbo de conocer historias reales adaptadas a la pantalla. Esta especie de placer culposo y chismoso es popular porque encuentra lugar en el interés colectivo y el horror de algunos acontecimientos.

En An American Crime, titulada en español El Encierro, hay efectividad para sostener el interés del espectador durante la mayoría de los 92 minutos que dura el largometraje. Con un caso realmente siniestro, el cineasta Tommy O’Haver no aplica fórmulas complejas a su película. Todo lo contrario.

Hallamos una cinta con una historia siniestra narrada de manera sencilla. En los hombros de su protagonista, Ellen Page interpretando a Sylvia Likens, recorremos fielmente el relato de la jovencita quien junto con su hermana se hospeda en un hogar desconocido y, aparentemente, familiar.

Aunque O’Haver hubiera podido suavizar lo siniestro del caso, no lo hace. Pareciera que el director de cine eligió mantener la crudeza de la realidad en su obra para impactar y llegar hasta los huesos más duros de su público. Lo logró.

Las escenas que muestran la crueldad con que Sylvia Likens fue maltratada son crudas. Incluso, todas las secuencias están realizadas a partir de los testimonios de los propios torturadores, quienes con detalle contaron el abuso al que sometieron a la joven.

A pesar de que lo anterior pudiese interpretarse como la reproducción cruenta de la violencia hacia la mujer, lo cierto es que Tommy O’Haver retrata con honestidad los hechos para concientizar acerca del horror que se vive en algunos hogares.

No se trata de una película dramática y exagerada, es la realidad. Es un filme que nos señalara también como los cómplices de la violencia con nuestro silencio cuando nos percatamos de algún signo de alarma entre nuestros amigos, vecinos o familiares.

Sin embargo, lo que más me fascinó de An American Crime es que sin ser una película religiosa consigue transmitir un mensaje de dicha naturaleza. Porque Tommy O’Haver no dejó fuera la principal motivación de Sylvia Likens: Jesucristo.

A través de la cinta nos enteramos que la joven era una fiel devota cristiana, de la denominación bautista. Junto con su hermana asistía a los servicios dominicales y se interesaba por los sermones y la lectura de su Biblia.

Pudiera pensarse que lo anterior es algo sin importancia; pero, O’Haver se encarga de adaptar las creencias verdaderas de Likens, quien murió con convicciones firmes. No es gratuito que el cineasta utilice uno de los Salmos para mostrar que la joven nunca renunció a su fe.

Con esto en mente, es muy poderoso el mensaje que el largometraje envía por medio de su protagonista: para cada circunstancia Dios tiene un propósito. Un efecto que muchas películas religiosas no tienen por su visión sesgada.

LO MALO: SIN TRASCENDENCIA

Aunque An American Crime es un poderoso y conmovedor mensaje, no tiene trascendencia debido a varias de sus deficiencias técnicas, principalmente la dirección.

Y es que la dirección de Tommy O’Haver está ausente en la mayoría de sus actores, incluyendo a la protagonista Ellen Page, ya que los personajes se entienden como planos y con motivaciones o personalidades confusas.

Si bien no afecta del todo a la película, hay que recalcar que la propuesta pasó desapercibida en su momento y sólo es recordada por su impacto emocional en el público.

*Recomendación: 4 estrellas de 5. Una película que deja atrás a muchas cintas religiosas con su mensaje.

*Plataforma: Claro Video

*Quiero leerte en los comentarios, ¿qué película me recomiendas?

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