Dentro del ciclo “Protagonistas de la Literatura Mexicana” se brindó un reconocimiento a la trayectoria de la poeta Minerva Margarita Villarreal en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
La escritora originaria de Montemorelos, Nuevo León, aprovechó la ocasión para ofrecer un adelanto de su libro “El abrazo”, que ya fue enviado a imprenta y en el que el haikú (poema breve de 17 sílabas) tiene una gran influencia.
También leyó algunos poemas de “Vike. Un animal dentro de mí”, su más reciente volumen, en el que la denuncia y la poesía coinciden.
Minerva Margarita Villarreal estuvo acompañada del poeta, editor y ensayista José María Espinasa; el catedrático e investigador Alejandro Higashi; Rosalía Chavelas, subdirectora de Documentación y Publicaciones de la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes y las palabras enviadas por el poeta y crítico literario Evodio Escalante, quien no pudo estar presente.
Higashi comentó que su poesía está poblada de imágenes en las que aparecen con frecuencia peces o pájaros en movimiento, los árboles que crecen, las raíces que se encajan en la tierra, el agua entre otros elementos naturales, mientras que en los seres que habitan su poesía se encontrarán cuerpos, pieles, labios, ojos, manos y vientre.
“Los grandes temas de su poesía son aquellos relacionados con los grandes cambios del ser humano: la muerte, el nacimiento, el amor conyugal. Los recursos de su poesía se encuentran en equilibrio con los temas. Hay una inclinación hacia el epigrama, en sus Epigramísticos se refleja una parte importante de su poética, al de la palabra exacta, la economía expresiva y la agudeza verbal siempre en equilibrio con la explosión de sentidos”.
Por su parte, el José María Espinasa destacó el libro “Las maneras del agua”, obra con la que Minerva Margarita Villarreal obtuvo el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes, 2016.
“No deja de sorprendernos porque si bien se aboca a crear una sensación clásica también propone una soltura muy moderna del verso y nos recuerda que si hay un verbo divino es gracias al que, verbalizándose, se humaniza”.